No conocía a Juan Ramón Amores más allá de una presentación y un saludo. Bueno, no lo conocía más allá de saber que es el director general de Juventud y Deportes. Y de que, además, es un paciente de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) que se encarga de decir a todo el que le quiere escuchar que sufre una maldita enfermedad que tanto a él como a quienes la padecen los mina poco a poco hasta dejarlos sin movilidad pero con plena conciencia. Vamos, que lleva tres años, desde que se la diagnosticaron, utilizando las redes sociales y cualquier momento del día para visibilizar ese algo que aún no tiene cura. Encomiable esfuerzo. Y me quedo muy corto en la definición.

Video realizado por César Sanz, de hacemosvideo.es

No conocía a Juanra, como su gente le llama, pero en realidad sí le conocía. Porque casi a diario tanto la directora de este mi periódico, encastillalamancha.es, Mar G. Illán; como la fotógrafa, Rebeca Arango, nos hablan de él. Ellas le entrevistaron e inmortalizaron en julio de 2017 y lo cierto y verdad es que me quedé poco menos que anonadado cuando publicamos la segunda parte de un encuentro en el que hablaron de su experiencia personal con la ELA (aquí se la dejo).

Se titulaba «A la ELA le va a costar ganarme este partido» y Mar, en su entradilla, decía cosas como estas:

«Nunca vi más vida o al menos más ganas de ella en un cuerpo tan amenazado como el de Juan Ramón Amores. Nunca enmudecí tanto rato ante un entrevistado, muda de preguntas y enmudecida por su relato.

Pocas, poquísimas veces, vibré tanto escuchando un testimonio estremecedor, valiente y, pese a todo, esperanzador. Quizá le fallen los músculos a veces, pero le sobra aliento para sí, para su equipo, para el deporte y para darnos a todos una lección de coraje, fuerza, lucha y utilidad».

Lo que para Juanra es «normal» para nosotros es un shock

Bueno, todos nos podemos imaginar que si hubiéramos estado en la situación de Mar y de Rebeca cómo nos hubiéramos encontrado. En shock, porque lo que para Juanra (permíteme ya que te llame así) era «normal», y entrecomillo la palabra normal porque hay que ponerse en la piel de una persona que sabe que tiene un plazo de vida muy corto y lo cuenta como si pareciera que no pasara nada; para los demás es una hostia con la mano abierta en toda la cara (perdón, pero en ocasiones hay que decir las cosas como uno las piensa). Solo puedo señalar que cuando Mar y Rebeca salieron de la entrevista se abrazaron y lloraron. Lo descubro aquí porque la humanidad también hay que contarla y visibilizarla.

Sí, a Juanra le diagnosticaron ELA cuando tenía 37 años, hoy tiene 40, y solo llevaba 29 días en su cargo deportivo y político, más deportivo que político…

Pues bien, llegamos al 20 de junio de 2018. Hotel Beatriz. Juan Ramón Amores es el ponente invitado por encastillalamancha.es para participar en el desayuno informativo «Espacio Reservado» y en el que se congregaron casi 400 personas.

Y ahí conocí un poco más a Juanra. O al menos entré de lleno en su alma. Como nunca había conocido otro antes. Vamos, que no sabía que el alma existiera, aunque intuía que podía estar, hasta que escuché a Juanra. Y vi su alma, lo palpé y lo saboreé. Como les pasó al resto de invitados. Estoy convencido.

Bueno, gracias a él supe, en apenas hora y media, que la vida es para vivirla y que perdemos demasiado tiempo en quejarnos de ella y no disfrutarla. De los 400 invitados no creo que hubiera ni uno solo al que no se le escapara una lágrima en la que se mezclaba congoja, tristeza, pesar, alucine… Y alegría. Sí, alegría, aunque suene raro. Mucha alegría. Porque viendo a tipos como Juanra a uno se le quitan las penas de golpe y aprende a racionalizar, aunque sea solo por unas horas. ¡Jóder, qué vitalidad desprende!

Lean estas frases:

“Nadie ha vivido mañana, planificamos mucho y disfrutamos poco de lo que tenemos”.

“Me he pasado media vida pensando lo que quería tener y he olvidado disfrutar lo que tenía”.

“No solo los años de vida, sino la vida de los años”.

“Ante cualquier imprevisto, siempre adelante, nunca hacia atrás”.

“A la línea de meta váis a llegar antes que yo, pero os aviso que yo también voy a llegar”.

“No busquéis gigantes, buscad la magia de las pequeñas cosas”.

Son de Juanra y las dijo para que todos las aplicáramos. Sí, el mismo Juanra que explicó, con el auditorio embobado y anonadado, que cada tres meses le hacen un test sanitario en el que la primera pregunta es si le han entrado ganas de suicidarse… Y Juanra, mientras lo contaba, nos miraba de frente.

Ufffff…

He vivido los 33 «Espacio Reservado» que hemos organizado en encastillalamancha.es. Sí, 33. Con primeras figuras de la política y de la sociedad. Pues en ninguno de ellos, en ninguno, repito, escuché aplausos tan largos como el que le tributamos a un hombre que parecía que nos estaba hablando desde la mesa camilla de su casa. Con absoluta normalidad, como si nos conociera a todos desde hace años, se puso la ELA por montera y nos demostró que, efectivamente, la vida es para vivirla y no para matarla.

Juanra ha hecho de la ELA su compañera de viaje y no deja que sea una pesada carga.

Cuando terminó de hablar, con todo el auditorio enmudecido, su sonrisa seguía pululando por el amplio salón. Sí, se «reía»de la ELA. Se «ríe» de ella. Media hora después de finalizar, los invitados seguían haciendo cola para hacerse una foto con él.

Sí, una foto con ese pedazo de ejemplo de vida que es Juanra. Con ese hombre que nos ha dado una lección que, yo al menos, nunca podré olvidar.

Y estas líneas van por ti y por todos los que son como tú.

En este enlace puedes ver todas las fotografías del acto.

@CesardelRioPolo

cesardelrio@encastillalamancha.es