En el siglo XXI no es normal, por mucho que se quiera tapar, que no se pueda demostrar la pureza impoluta de una enmienda del tipo que sea en un congreso de un partido político. Porque si un militante quiere saber exactamente cómo se han contabilizado los votos, ¡a mano alzada! (todavía andamos así), tiene todo el derecho a que no solo se le conteste, sino que se le demuestre.
Porque contabilizar más de 600 votos en 30 segundos es cosa de genios matemáticos…
He ahí la clave. Si todo está realizado con pureza nada cuesta poner las cartas sobre la mesa. No vale eso de mostrar dos y esconder tres. Y eso es lo que sucedió cuando se hablaba de la incompatibilidad de cargos en el PP durante el Congreso del fin de semana. Enmienda que afectaba directamente a María Dolores de Cospedal en su empeño por seguir siendo secretaria general, ministra, diputada en el Congreso y presidenta del PP de Castilla-La Mancha.
Que tuvo contestación precisamente en un militante del PP de Cuenca…
Soy de los que dije, e insisto en ello, que la dualidad de cargos que tuvo los cuatro años que fue presidenta «popular» en esta región y secretaria general afectó directamente a su Gobierno porque repartir el tiempo entre ambas tareas, más cuando la Secretaría General se vio afectada de lleno por las cuestiones del caso Bárcenas y por lo tanto no fue una cosa de andar por casa sino que implicaba dedicación absoluta, es imposible para cualquiera porque el día tiene 24 horas y no 48. Sin cuestionar las capacidades de cada cual.
Ahora insisten en lo mismo.
«Vayan por la universidades y los institutos y sabran por qué los jóvenes no nos votan». Lo dijo Francisco Risueño, ese militante que es de los pocos que se ha atrevido a hablar muy alto y muy claro contra la incompatibilidad de cargos se llame como se llame la persona que los acumula. Lo que muy poquitos, por no decir casi ninguno más, se atreve a decir en alto en el PP de Castilla-La Mancha.
Vayan por las universidades y los institutos, sí, y comprenderán qué nos deparará el futuro. Como siempre ha sido.
No vale ahora decir, como ha hecho el propio Mariano Rajoy, que no cree que la enmienda fuera contra nadie, porque es tomar por tontos a casi todos.
Frente a lo que ha dicho Rajoy, las palabras de Fernando Martínez-Maíllo, elegido coordinador general y quien se supone que llevará las riendas del partido a partir de ahora porque es imposible que Cospedal (o quien estuviera en su lugar) tenga tiempo para todo, quien ha dicho que la acumulación de cargos en un tema discutido dentro del partido.
Estamos en el siglo XXI, sí…
@CesardelRioPolo
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