Un año más se celebra el patrón de los periodistas y un año más seguimos siendo una de las profesiones más desprestigiadas del planeta. Junto con la de político. Demasiada casualidad. Y lo preocupante es que no hay conversación entre periodistas en la que salga este tema y la conclusión sea siempre la misma: la culpa es nuestra, de los periodistas digo, porque sigue habiendo unos mamoneos de aquí te espero y en la mayoría de los casos los periodistas se someten al dictado de sus editores que, a su vez, lo hacen al de los políticos. Así de claro te lo digo, que diría una compañera.
Si San Francisco de Sales, nuestro patrón, estuviera hoy entre nosotros seguro que pensaría eso tan manido de vaya tropa. Él, de quien se cuenta que por el día escribía hojas clandestinas y por las noches las metía por debajo de las puertas. También afirman que escribía como un ángel y de hecho en Francia le tienen como uno de los clásicos de su literatura.
Ser periodista es contar lo que sucede, no ocultarlo, por muy bien que te caiga el supuesto perjudicado. A pesar de la precariedad actual, del ascendente número de licenciados en paro y del despropósito vocinglero que a diario vemos en las tertulias de uno u otro canal.
Cuente la información tal cual es y luego sepárela de la opinión, pero nunca juntas. Eso me intentaron enseñar en la facultad de Periodismo, esa fábrica de teoría donde por lo general no te cuentan lo que te vas a encontrar ahí fuera ni cómo afrontar los vaivenes del día a día.
Ahora, un año más, invocamos a San Francisco, a la libertad de expresión, a tal y cual… Pero luego ná de ná. Medios que cambian de «ideología» cada cuatro años y periodistas que cada vez que escriben parece que están votando en la urna.
Y luego está la desunión tan brutal entre nosotros. No somos ni capaces de crear un Colegio de y para Periodistas, al menos en Castilla-La Mancha, porque si hablamos de intrusismo parece que hacemos de menos. No somos capaces de distinguir entre morenos y rubios y queremos que hasta mi vecina del cuarto, que de vez en cuando escribe poemas de amor (no sé si a mí), sea también periodista. Y eso sí que no.
O somos o no somos.
Por cierto, los periodistas (des)celebramos nuestro patrón el sábado 24 de enero.
cesardelrio@encastillalamancha.es