Una mezcla de nostalgia, autoafirmación y desquite presidió el 13 Congreso del Partido Popular de Castilla-La Mancha celebrado en Cuenca el sábado 18. Todo ello con un denominador común, alrededor del que el PP de CLM gira antes de tomar cualquier decisión o dar un solo paso hacia cualquier parte. Naturalmente han adivinado que me refiero a María Dolores de Cospedal.
Gratitud y a las órdenes de Cospedal
La ministra de Defensa, secretaria general del PP de España y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, estuvo omnipresente y omnipotente en cada compromisario, cada movimiento, cada mensaje y cada discurso del Congreso. Nada nuevo por ese lado. En el PP de CLM hay un antes y un después de Cospedal y eso los suyos lo pagan, por el momento, con gratitud infinita y poniéndose a entera disposición de la ministra. A sus órdenes, nunca mejor dicho.
En el PP todo es por Cospedal. La nostalgia, de cuando era presidenta y gobernaban en la Junta. La autoafirmación, en torno a su figura dirigiendo al partido que ha ganado 7 elecciones en 6 años: generales, europeas, municipales y autonómicas. Y el desquite, también fue en su honor, por los sinsabores de Bárcenas, Soraya, Risueño y todo lo demás.
[ze_summary text=»En el PP, todo es por Cospedal, temen que sin ella todo sería peor»]En el PP, todo es por Cospedal, temen que sin ella todo sería peor[/ze_summary]
Los más veteranos recuerdan otros tiempos y otros congresos y ahora, aunque fuera del poder en un suspiro tan corto y tan duro que no dio tiempo a disfrutarlo, temen que sin Cospedal todo sería peor: no habría expectativas ni respeto interno o externo a los del PP de Castilla-La Mancha.
¿Exageran? Probablemente. Los dioses, de existir, no habitan la tierra y la política es cosa terrenal. Ganadores y perdedores son humanos y sus logros o derrotas fruto de aciertos y errores explicables… Pero en el PP no lo viven así. Cospedal es el todo o nada. La línea que separa la posibilidad de volver a la gloria de la de regresar a los infiernos. Y todo se hace para que mantenga la titularidad de la plaza, aunque el día a día es cada vez más cosa de Vicente Tirado y menos de María Dolores de Cospedal.
Se ve claramente en la nueva dirección, hecha entre Tirado y Cospedal poco antes de ser votada. Nada se hace ni se nombra a nadie sin el consentimiento de la presidenta, pero la huella de Tirado se hace notar mucho más en este Ejecutivo que en el anterior.
Ella se sabe necesaria y querida. Solo aquí puede estar tranquila. Algún Francisco Risueño o Tomás Medina imprevistos, pero tras unos pocos titulares ya no son más que ligera resaca propia de las borracheras precongresuales. Pero, por lo demás, devoción y obediencia generalizada cada día entre congreso y congreso.
Una abstención y ni un solo «NO»
Una «inmensa mayoría unánime», que diría el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, anfitrión y presidente del Congreso. “Aprobado por inmensa mayoría unánime”, dijo como resumen de una votación con una abstención. Ni un solo «NO» en todo el Congreso. Aquí paz y después gloria.
Cospedal, consciente de que las cartas en política son más efímeras y traicioneras que nunca, conocedora de las intrigas palaciegas y de los caprichos del destino, se mantiene al frente del PP de Castilla-La Mancha. Cospedal tiene la espina clavada de Castilla-La Mancha, no quiere que los suyos le regalen nada a Emiliano García-Page y dirigir el PP regional es la más sencillas de sus tareas en la actualidad. ¡Vaya usted a saber de aquí a 2019! Una cosa es lo probable y otra lo posible.
«Hoy empieza la cuenta atrás…»
Además, se lo han pedido, casi suplicado, la han aclamado para que continúe. Y ella les agradece la entrega tratando de mantenerles la moral intacta, jaleando contra el derrotismo. Hay que creer en lo imposible, no hay que rendirse, hay que tener fe… Somos el primer partido de Castilla-La Mancha… El liderazgo social lo tiene el PP en Castilla-La Mancha… Hoy empieza la cuenta atrás para volver al Gobierno de Castilla-La Mancha… Son los mensajes que lanzó una y otra vez Cospedal…
Y la «inmensa mayoría unánime» se queda más tranquila.
Como era de esperar, no hubo sorpresas. El interés del Congreso en realidad estaba en ver cómo se repartían los diversos escalones de influencia, porque el poder solo lo tiene Cospedal, delegado en Tirado.
Los nuevos «influencers» del PP
La nueva foto del núcleo duro, lo que hoy llamamos los influencers, los que marcan tendencia en el PP, ha sido actualizada con retoques.
Sube el peso de los que trabajan codo con codo con Tirado en la tarea de oposición, como Lorenzo Robisco, Ana Guarinos o Francisco Núñez, se mantiene los gladiadores de siempre como Antonio Serrano, Carmen Riolobos o Jesús Labrador, y cae aquel al que consideran un inmenso error y culpable en gran medida de la pérdida del poder, Leandro Esteban. El que fuera número dos del primer Gobierno del PP y favorito de la prensa entró en el Congreso siendo coordinador general de Acción Política y lo despidió sentado en el gallinero. Y no es una metáfora, aunque podría serlo y describiría a la perfección el caso.
[ze_summary text=»Sube el peso de los que trabajan codo con codo con Tirado en la tarea de oposición»]Sube el peso de los que trabajan codo con codo con Tirado en la tarea de oposición[/ze_summary]Son dignos de mención los casos de Agustín Conde y Rosa Romero, dos políticos muy diferentes, pero que coinciden en la creciente confianza que Cospedal ha ido depositando en ellos, especialmente el primero, que también fue presidente del PP y candidato en Castilla-La Mancha, hoy su mano derecha en el Ministerio como secretario de Estado de Defensa. No asume responsabilidades orgánicas porque no lo quieren ni ella ni él, pero fue el tercer nombre de «su» lista, la que Cospedal leyó ante el Congreso. Y eso, si conoces un poco a Cospedal, lleva mensaje implícito.
En cuanto a Rosa Romero, un día se la consideró «peligrosa» como posible alternativa a Cospedal. Hoy es vicepresidenta del Congreso y vuelve al Comité de Dirección, el núcleo duro, ya saben, los «nuevos» influencers.
Cosas de la vida, de la política y de los seres humanos.