Los franceses nos suelen caer mal y viceversa creo que es mucho peor, pero la lección de Francia en las elecciones para elegir al presidente de la República merece análisis, aplauso e imitación. Los franceses nos han dado una lección a todos los europeos, incluidos los españoles. La lección de Francia ha sido conseguir que la razón venciera a la rabia. Pero el peligro no ha pasado. Ni mucho menos. Más de un tercio de los votos emitidos para el Frente Nacional dan mucho que pensar y temer.

El resultado a favor de Emmanuel Macron permite respirar a Europa tras el Brexit y el resurgir de nacionalismos y populismos alentados por el enfado y el alejamiento de la política tradicional de las clases sufridoras de la crisis: medias y bajas.

Cuando la austeridad es austericidio, la corrupción campa a sus anchas en los partidos en los que tradicionalmente habían confiado los ciudadanos, la desigualdad abre una brecha que sangra y el sacrificio frente a la adversidad pasa de largo entre los más fuertes y privilegiados pasa lo que ha pasado en España, Europa o Estados Unidos, que los extremos avanzan por la derecha o la izquierda cargados de frases muy bien hechas, que a todos suenan bien, pero que son soluciones imposibles de aplicar o que agravarían el mal que pretenden curar si se llevaran a la práctica.

La lección de Francia: gana el centro, pierde el extremismo

Quién iba a decirle a la historia que incluso en un país tan diferente, tan alejado del chauvinismo y tan antifrancés, tendríamos situaciones tan parecidas y una lección importante que aprender de nuestros vecinos. La lección de Francia es que la razón ha vencido a la rabia y el candidato más mesurado y europeísta a la más extremista y chauvinista.

La lección de Francia es que habiendo tantas razones para la venganza y la humillación a la política, a los políticos y a los partidos tradicionales, los franceses han sabido no ir a peor y no han caído en manos de extremismo xenófobo de Marine Le Pen. Muchos habrán votado a Macron convencidos de que era un mal menor, pese a que le consideran el candidato de las élites y los mercados. A veces la política y la vida no dan para más.

[ze_summary text=»La lección de Francia es que el candidato centrista y europeísta Macron ganó a la extremista y chauvinista Le Pen, pero su cifra de apoyo da vértigo»]La lección de Francia es que el candidato centrista y europeísta Macron ganó a la extremista y chauvinista Le Pen, pero su cifra de apoyo da vértigo[/ze_summary] 

Mantener la cabeza fría cuando se dan encrucijadas como las que las sociedades occidentales viven en estos momentos no es fácil. Francia lo ha hecho. Y nos ha dado una lección. La lección de Francia ha sido que la razón ha vencido a la rabia y ha permitido que Europa vuelva a respirar aunque su alma siga aún en vilo porque incluso cuando la razón se impone los candidatos extremistas y populistas gozan de unas cifras de apoyo que siguen dando vértigo.