sábado, 23 de noviembre de 2024
01/08/2013junio 12th, 2017
César del Río César del Río

A Paulina (para quien no la conozca, dicen que es una diva de la música y del papel en colorines y ex de un trabajador de tomo y lomo, español para más señas, a quien conocen por Colate) le pillan orinando en el mar, como si fuera la primera en hacer cerdadas al aire libre, que es algo que si luego cuentas parece que queda muy chic. Seguro que no será la última. Y alguien quiere sacar tajada intentando chantajearla porque parece ser que la meada de la cantante mexicana sin voz vale miles de euros.

Como si a ustedes y a mí nos importara mucho su escatológico orín…


Lucía Etxebarría acusa a Telecinco por supuesto acoso después de haberse sometido voluntariamente a las risas de los españoles a los que siguen engañando cuando nos colocan en cualquier tele, hora y lugar absurdas chorradas a las que llaman programas de entretenimiento con tal de seguir chupando del bote y a costa de engañar (bueno, uno se engaña porque quiere, no nos engañemos) a la audiencia, que parece ser que es numerosa con tal de no ver lo que sale en los informativos. Ya saben: crisis, crisis, crisis…

Por cierto, Etxebarría, para quien no lo sepa, que imagino que son muchos, fue Premio Nadal con «Beatriz y los cuerpos celestes». No se ofendan, digo para quien no lo sepa porque a partir de entonces seguidores literarios no tuvo muchos. Quizás por ahí van los tiros. Digo que se metió a hacer el ridículo más espantoso en el campamento ese por las deudas que tenía con Hacienda, dicho por ella, y que le han pagado más en una semana que lo que hubiera recibido por dedicarse más de un año a escribir un libro. Quizás ahora sus peripecias veraniegas le den para unas páginas y, quién sabe, el Planeta esté al caer.

Un tal Justin Bieber, léase yastin biber para los profanos en la materia, uno que dicen que canta y que tiene legiones de incondicionales allá por donde va, ahora resulta que sale al balcón de su hotel y se dedica a escupir a sus fans. Quizás porque la extravagancia llega a límites que los mortales sin fans no llegaremos a entender nunca o, simple y llanamente, porque la vida le hizo así. Pongan ustedes el calificativo que quieran. Vamos, que en la foto que ha dado la vuelta al mundo y que tienes que ver por narices cuando pasas las páginas de un periódico sale el tipo con todo un señor lapo en la boca a punto de regar a sus enloquecidas y enloquecidos fans que no se lavarán en un mes esa parte del cuerpo donde el salivazo les hizo tener de por vida un «tatuaje» del biber éste.

Gasta… Que sean escalfados, por favor.

@CesardelRioPolo

cesardelrio@encastillalamancha.es

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