En un país con casi seis millones de desempleados no se le ocurre a nadie decir que la recuperación «va sobre ruedas», aunque sea verdad que algunas cosas comienzan a mejorar. A la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, sí se le ha ocurrido. Y lo ha dicho.
A la ministra se le puede aplicar, porque le viene como anillo al dedo, el conocido refrán que dice «eso no se le ocurre ni al que asó la manteca». Ella, con estas declaraciones, ha cometido la misma torpeza que si hubiera decidido asar la manteca.
Hubo un tiempo, cuando era diputada en el Congreso, en que Fátima Báñez realizaba correctamente su trabajo como parlamentaria, defendía sus ideas como cualquier hijo de vecino y no solía decir tonterías en sus declaraciones. Ya no es así. Desde que es ministra parece que se ha olvidado de la realidad y, a juzgar por algunas de sus afirmaciones, que se empeña en hacer comulgar a los trabajadores con ruedas de molino. Pero con esa rotunda y polémica frase ha batido su propio récord.
OPTIMISTAS, PERO SIN PASARSE
El Gobierno y los ministros pueden ser optimistas y vender lo que van consiguiendo frente a la crisis económica. Incluso se podría decir que tienen la obligación de serlo, para no desanimar todavía más a una ciudadanía que bastante tiene con soportar lo que le está cayendo encima desde hace siete años. Pero no deben pasarse de la raya. Y la ministra Báñez se ha pasado un buen trecho.
Ha dicho la ministra que España tiene «el privilegio» de ser, junto a Japón, el país donde más crece el empleo. Y se ha quedado tan ancha. No ha dicho nada de los puestos de trabajo destruidos, de la disminución de los trabajadores que cotizan a la Seguridad Social aunque algunos meses se incremente la cifra, de la precariedad cada vez más grave de los pocos puestos que se crean -y que hay que celebrar-, de que son trabajos temporales casi en su totalidad -en muchos casos, sólo de semanas o meses-, de que están pagados con salarios cada vez más bajos y hasta de miseria…
No ha podido ser más inoportuna Fátima Báñez con esas declaraciones. El mismo día en que ella hablaba con tan exagerado triunfalismo, el martes 15 de abril, se conoció un informe de Eurostat -la oficina de estadísticas de la Unión Europea- con datos demoledores para el Gobierno de Mariano Rajoy y para los ciudadanos. Las cinco regiones de Europa con más paro son españolas: Andalucía (un 36,3 por 100 de desempleo al finalizar el año 2013), Ceuta (35,6 por 100), Melilla (34,4 por 100), Canarias (34,1por 100) y Extremadura (33,7 por 100). El séptimo lugar lo ocupa Castilla-La Mancha (30,1 por 100) y el noveno Murcia (29,4 por 100).
LOS PEORES DE EUROPA
De las 10 regiones de Europa con más paro, siete son españolas y solamente dos de la rescatada Grecia se encuentran en unos niveles parecidos. Si se tienen en cuenta las 27 regiones que acabaron el año pasado con un desempleo superior al 21,5 por 100, la mitad de ellas (13) están en España: además de las siete ya citadas, Galicia, Asturias, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares. Y respecto al paro de los jóvenes también somos tristemente los líderes, con cinco regiones entre las 10 que más castigan a ese sector de la población.
Con estos datos, que Eurostat no se inventa, y con la desesperante realidad que viven a diario casi seis millones de parados en España, esas palabras de la ministra suenan a chiste, si no fuera porque se trata de algo muy grave.
Además, el mismo día que Fátima Báñez volvía a mostrar en público su exagerado optimismo, se conocían otros datos igualmente demoledores para España: según el informe Pobreza infantil en Europa, a finales de 2012 había casi 27 millones de europeos menores de edad viviendo en la pobreza o al borde de la misma, un millón más que cuando comenzó la crisis económica en 2008. Eso supone el 20,8 por 100 de los menores de 18 años, pero en España este porcentaje aumenta hasta el 29,9 por 100, la tasa más alta de Europa superada solo por Rumania. En todos los apartados del informe España figura la última o en los peores lugares de la lista. Lo dicho: muy inoportunas las declaraciones de la ministra.
LA BURBUJA DE LA MONCLOA
Cuando llegan al palacio de la Moncloa, parece que los presidentes del Gobierno y muchos ministros se olvidan de la realidad y viven en una especie de burbuja. José Luis Rodríguez Zapatero, siempre optimista por naturaleza, tardó casi un año en pronunciar la palabra crisis y lo hizo por primera vez cuando muchos ciudadanos ya llevaban tiempo sufriendo sus efectos. Lo pagó caro en las urnas.
Algo parecido les ocurre a la ministra Fátima Báñez y a algunos de sus colegas de gabinete: se empeñan en defender con demasiado optimismo una reforma del mercado laboral que sólo crea empleo precario y a un ritmo muy lento, el mes que se crea, en vez de escuchar a los expertos y, sobre todo, a la ciudadanía.
Los presidentes y los ministros, de cualquier ideología política, lo mismo que cada viernes tienen que acudir al Consejo de Ministros deberían tener entre sus obligaciones la de hablar con los ciudadanos y con los representantes de las organizaciones representativas de todo tipo, para no olvidarse de la realidad. Porque parece que, a algunos, viajar siempre en coche oficial crea en su mente mundos imaginarios muy distintos al de verdad.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
Es positivo para la región que, como ha dicho la consejera de Empelo y Economía, Carmen Casero, en Radio Castilla-La Mancha, las perspectivas de creación de empleo en abril son «buenas», aunque la mayor parte de los trabajos serán temporales.
Pero el Gobierno regional debe tener siempre muy presente que esta región es la séptima peor de Europa con un nivel de desempleo más elevado (30,1 por 100) y que en 2013 también ha entrado en la lista de las peores en el paro juvenil: 61,6 por 100. ¿Para cuándo un plan de choque eficaz para reducir el desempleo entre los jóvenes?