Política y moda. Ésa parece ser la cuestión, mal que nos pese.
En un cuarto de siglo de profesión periodística a mis espaldas he tenido la oportunidad de vivir incontables historias, de conocer a montones de personas y personajes y de pisar los más diversos escenarios. He realizado cientos de entrevistas y escrito miles de noticias, como todos los que hacemos periodismo en provincias y tenemos que multiplicarnos para poder publicar entre muy pocos redactores todo lo que lleve la agenda del día.
En ese cuarto de siglo de millones de caracteres que salieron de mi teclado jamás, nunca, pensé que era noticia y mucho menos en un lugar destacado de la portada los duelos de trapos entre damas, por muy importantes que fueran ellas o sus maridos.
Política y moda. Ésa parece ser la cuestión, mal que nos pese.
Por más que sé que es un contenido habitual, sigo sin comprender que en algunos de los principales periódicos de España -Estado de derecho- siga siendo noticia destacada el duelo de estilos, por ejemplo, de la Reina de España y la mujer del presidente de Argentina. No es el primero ni será el último. Lo sé. Y nada más lejos de mi intención que decirle a nadie lo que tiene que escribir o lo que no, pero me parte el alma ver que en las noticias de 2017 en un estado que se supone es civilizado, democrático y moderno, a ellos se les saca hablando de política y asuntos de estado y a ellas por la ropa que lucen según la ocasión o la hora del día.
Se me pone cara de emoticono que pasa por todos los estados negativos posibles, de la pena a la impotencia, la desesperación o la rabia, comprobar que medios considerados serios se apuntan a esos contenidos machistas, que entroncan con una concepción de la vida, la sociedad y la mujer rancia y preconstitucional, algo que, además, sus propias líneas editoriales condenan.
Creo en el entretenimiento como uno de los formatos a incluir entre los asuntos tratados en los medios de comunicación. Desde luego, hay noticias más allá de la política, la economía y los sucesos. Por supuesto que respeto la libertad de expresión y criterio de cualquier medio y/o periodista.
Nosotros en encastillalamancha.es y yo misma como periodista me he equivocado a veces en los enfoques y el tratamiento de algún tema. Si he sido consciente, a veces ante la reivindicación de los lectores o los afectados por esas noticas, he reflexionado sobre ello para tener en cuenta todas las perspectivas, sentimientos y reacciones que provocan algunas cuestiones, sensibles o no. Pero creo que una cosa es el entretenimiento y hasta la frivolidad o los llamados contenidos blandos y otra contribuir a perpetuar prejuicios y lacras como el machismo y la desigualdad entre hombres y mujeres.
Sé que muchos de los lectores no estarán de acuerdo con este argumento y que, como decía, todos hemos cometido y cometeremos errores en los planteamientos de algunas noticias, pero considero necesario dejar mi opinión crítica al respecto de esas noticias que dejan a ellos la política –lo importante- y a ellas los trapos y la moda –lo banal y superfluo-.
Política y moda. Ésa parece ser la cuestión, mal que nos pese.