Una cuarta parte de la población española, el 27,3 por 100, vive en riesgo de pobreza o de quedar excluida socialmente, pero el presidente del Gobierno parece que prefiere pasar de puntillas sobre esta realidad y seguir resaltando los datos que reflejan el inicio de la salida de la crisis económica. De esos ciudadanos, 9,8 millones están bajo el umbral de la pobreza, según un informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social.
Estos datos, correspondientes a 2013, son peores que los de 2009, cuando los ciudadanos en tan grave situación eran 1,3 millones menos que ahora. La crisis ha afectado sobre todo a las clases medias y a las más desfavorecidas, que han visto empeorar su situación debido a los miles y miles de despidos que ha habido y sigue habiendo, según este informe.
Aclaremos: esta Red Europea no es un peligroso grupo de izquierda radical ni una organización antigubernamental o un grupo financiado por algún país dictatorial: es una coalición de ONG y otros grupos sociales que lucha contra la pobreza en la Unión Europea desde hace 25 años, es un órgano de consulta del Consejo de Europa y ha elaborado este estudio con los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El miércoles 11 de febrero, en el Pleno del Congreso de los Diputados, cuando le recordaron estos datos a Mariano Rajoy durante la sesión de control al Gobierno, él reconoció que la crisis económica ha sido «muy importante» y que «todavía quedan cosas por hacer»; pero, a continuación, se dedicó a enumerar los logros y más logros que, según dijo, ha conseguido el Gobierno precisamente a partir de 2013. «Vamos claramente a mejor», subrayó.
OPTIMISTA Y SIN AUTOCRÍTICA
Tan optimista y poco/nada autocrítico se mostró, que dos diputados tan distintos ideológicamente como Cayo Lara (Izquierda Unida) y Josep Antoni Durn Lleida (Convergencia i Unió) -que le preguntaron por estos asuntos- coincidieron en afirmar que la España que dibuja Rajoy no se corresponde con la España real.
El catalán Duran Lleida reconoció que existen «aspectos positivos» en la mejora de la economía española, pero dijo al presidente que no puede hacer tanta «propaganda abusiva» cuando hay millones de parados, cuando más del 50 por 100 de los jóvenes no tienen trabajo y muchos se ven obligados a marcharse al extranjero, cuando los precios más competitivos pero a costa de haber bajado mucho los salarios, cuando la clase media y «destrozada» y los bancos que no conceden créditos a las pequeñas y medianas empresas… Palabra de Duran Lleida.
EL REGALO DE CAYO LARA A RAJOY
Cayo Lara, probablemente con la intención de que Rajoy vea de cerca la realidad que sufren muchos ciudadanos, le recordó la grave situación por la que atraviesan los trabajadores de distintas empresas -citó a Coca-Cola, que se niega a cumplir la sentencia que la obliga a readmitir a los empleados de su fábrica de Fuenlabrada (Madrid)-, se acercó al escaño del presidente y le regaló una camiseta de color verde con la inscripción «No al cierre de Bosal». Es ésta una empresa belga de Sagunto (Valencia) que se dedicaba a fabricar componentes para automóviles y que el pasado día de Reyes envió la carta de despido a sus 222 trabajadores. «Estos trabajadores son la España real», afirmó el coordinador federal de IU.
Pero Mariano Rajoy decidió hace tiempo que, en un año tan electora como éste, él y todo el Gobierno van a repetir una y otra vez lo mucho que está mejorando la economía y no hablarán de los asuntos polémicos, y lo cumple a rajatabla. Por eso, en sus intervenciones no hay nada de autocrítica, nada de hablar de las leyes aprobadas por el PP en solitario que recortan derechos de la ciudadanía y nada de reconocer, aunque sea en voz baja, que informes como éste o los de otras ONG de prestigio internacional le preocupan y los va a estudiar por si le aportan ideas para mejorar la cosas.
A LA BÚSQUEDA DE VOTOS
¿Para qué hablar de asuntos polémicos, se preguntará tal vez el presidente, si le va a resultar más rentable en su búsqueda de votos repetir a diario una realidad edulcorada, porque sabe que los medios de comunicación públicos y muchos privados van a ser su mejor portavoz y altavoz? Ya se sabe que no hace falta mentir: basta con contar sólo una parte de la verdad, la cara positiva y amable.
Algunos líderes políticos tienen la mala costumbre de no reconocer las cosas cuando están mal y de destacar solo la parte buena, aunque ésta beneficie únicamente a una minoría de la población y no a la mayoría. ¿Recuerdan que José Luis Rodríguez Zapatero tardó un año en pronunciar la palabra «crisis» cuando hablaba de la situación económica de España y la crisis ya estaba afectando a muchos ciudadanos?
Con tantos asesores como tienen, alguno podría decirles a esos líderes políticos que van a ser mejor valorados por la ciudadanía si reconocen los errores y lo que se ha hecho mal, aunque también resalten los aspectos positivos de su gestión que en España ya se empiezan a ver. Pero hablar sólo de lo bueno cuando varios millones de personas están peor que mal no es una buena costumbre. O no debería serlo, ya lo veremos en las elecciones.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
El informe sobre la pobreza indica que Castilla-La Mancha es la tercera comunidad con mayor nivel de pobreza y exclusión social, el 36,7 por 100 de sus habitantes, muy por encima del 27,3 por 100 de España.
Pero el que no se consuela es porque no quiere. Ante esos datos, la diputada autonómica del PP Carolina Agudo ha dicho que entre 2008 y 2011 -cuando gobernaba el PSOE- fue cuando más se incrementó la pobreza. Y el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, ha afirmado que esto es consecuencia de las «políticas erróneas» que aplicó… el anterior Gobierno socialista. ¿Todavía no se han enterado de que los ciudadanos piden respuestas a quien gobierna, al PP, y no a José María Barreda, al que ya echaron con sus votos hace más de tres años?