Animado por la cuantiosa publicidad institucional desplegada por el Ayuntamiento de Toledo acerca de la senda construida desde el barrio de Santa Bárbara al de Azucaica, me acerqué para comprobar sus bondades, tal como nos describían con fotos por doquier. Realmente el sitio es bastante majo, totalmente llano, con una longitud de 2 kilómetros, con lo cual, si lo recorremos con ida y vuelta, suman cuatro. Prácticamente, una hora de caminata si elegimos ese medio para recorrerlo.
Se puede comenzar en Santa Bárbara, cerca de la rotonda grande existente junto a la antigua Campsa, atravesar por debajo del puente nuevo que cruza el Tajo y enlazar con la senda que describo. Así podemos enlazar con la que nos conduce a la primitiva con llegada al aparcamiento junto a la RENFE. Ciñéndome a la senda en cuestión, cabe decir que dispone de dos espacios: uno delimitado con madera, de menos de dos metros y otro más ancho. En un lado han plantado cerca de 200 árboles con su riego por goteo y otro centenar o más de arbustos, que si no son regados oportunamente pronto se secarán. Justamente los arbustos se han plantado en un espacio donde en la parte inferior del pequeño terraplén que se ha formado hay pastando vacas, ovejas y perros, entre otros animales. Ello hace que esos metros del recorrido suframos inevitablemente el olorcillo que emanan de este tipo de lugares.
Se han instalado dos espacios de descanso con sus bancos, papeleras y fuente, además de un panel y elementos que faltan por lo que observé. Aún había dos operarios haciendo labores de limpieza y ultimando detalles. Pero me temo que todavía habrá que afinar más si quieren sacar al menos un notable en el hipotético examen a puntuar por los usuarios. Por cierto, para no ser menos que otros lugares de la ciudad, ya lucen demasiados “regalos caninos” en el suelo.
Falta de señalización
Se han puesto cuatro bolardos metálicos en cada extremo del paseo para que no puedan circular vehículos de cuatro ruedas, pero me temo que será insuficiente, por lo que abogo para que instalen cartelería que indique y prohíba el tránsito de motos, al menos y otras normas de uso. Además, creo que tienen que aplanar y aplastar más la arena de los dos caminos o espacios surgidos para caminar. ¿Hay uno para bicicletas solo? Faltan indicaciones para ello.
Por lo demás, el lugar es muy majo, se atraviesa el Tajo en un lugar muy ancho con arboledas que invita al paseo y cuando crezcan los árboles, sin duda, será una alternativa para los toledanos que gustan del senderismo, la carrera a pie o la bicicleta. Sobre todo, para los dos barrios que une como he indicado al comienzo. Parte de la senda fue utilizada en su día por una vía de ferrocarril que un servidor nunca vio en uso.
Buena iniciativa del Ayuntamiento que se apunta un tanto, pero ahora viene la parte más interesante, la segunda, como dice la canción, la más importante que es el mantenimiento. Y me olvidaba, pongan más papeleras. Dos para dos kilómetros de recorrido se me hacen pocas. Qué menos que doblar el número. Y desde luego para los amantes del deporte y vida sana otro aliciente más es que entronca con la senda indicada antes que lleva casi a la estación de Renfe y otros circuitos que se pueden establecer de manera opcional y particular junto al Tajo. Además, por espacios libres, públicos, sin cadenas, vallas u otros obstáculos puestos para no circular ni “molestar” por el listo de turno. Y si han sobrado algunos euros explanen un poco la salida desde Azucaica para que puedan aparcar media docena de coches.