Cuando un ciudadano español decide constituir una sociedad en un país extranjero que está considerado un paraíso fiscal, pero no lo hace para contratar a trabajadores y desarrollar allí una actividad determinada, ¿qué pretende? Muy sencillo: no pagar impuestos aquí y tener su dinero oculto.
Esto es lo que han hecho ciudadanos de todo el mundo, entre ellos varios españoles, según consta en los más de 11 millones de documentos que han conseguido el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés).
Estas informaciones, conocidas como «los papeles de Panamá» -porque es en ese país donde han sido registradas miles de sociedades descubiertas ahora, en el despacho de abogados Mossack Fonseca-, las están difundiendo en España el digital Elconfidencial.com y la televisión LaSexta.
EMPRESAS EN PARAÍSOS FISCALES
Todos los medios de comunicación citan estos días a estas sociedades offshore, como si todos los españoles hablaran inglés. Esa voz inglesa es muy utilizada en el mundo económico y financiero, pero es mejor hablar de sociedades inscritas en paraísos fiscales o, simplemente, empresas en el extranjero porque así lo entiende todo el mundo.
Poseer dinero en el extranjero es legal, siempre que se declare a la Agencia Tributaria, se paguen los impuestos en España y que el origen de ese dinero sea legal. Pero no es ético ni solidario ni patriótico, y mucho menos cuando quien lo hace es una de esas personas a las que tanto se les llena la boca cuando hablan de patriotismo.
¿Por qué constituir una sociedad de ese tipo en un paraíso fiscal? El reconocido magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín las ha definido en la cadena Ser así: «No son sociedades, son verdaderos nichos o cuevas para guardar dinero. Es como si se legalizasen las cuevas de Alí Babá», ha dicho, en referencia a la cueva donde este personaje de Las Mil y una Noches descubrió el tesoro que escondían 40 ladrones. Más claro, imposible.
LA FISCALÍA YA INVESTIGA
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha comenzado a investigar este caso, por orden de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, para aclarar si los españoles que han constituido sociedades a través de ese despacho de abogados han actuado correctamente y han pagado sus impuestos en España o, en el caso de que no lo haya hecho, si pudieran haber cometido un delito contra la Hacienda Pública o de blanqueo de capitales.
Hay que ser prudentes y esperar el resultado de esa investigación, para saber si los nombres que han salido a la luz pública están al día con la Hacienda Pública y han actuado según la ley, o si hay quien hizo algunas gestiones pero no llegó a constituir una de esas sociedades, o incluso si hubo quien fue inducido por algún asesor sin escrúpulos…
CONTRA LOS PARAÍSOS FISCALES
Mientras tanto, hay que pedir a los políticos que no hagan demagogia ni utilicen este caso para sus intereses partidistas. Ya ha habido quien han criticado públicamente a algunos de los personajes citados en este caso, simplemente porque ha apoyado a otro partido político. Eso no es serio y a los políticos hay que pedirles que actúen y hablen con seriedad.
Panamá, con cuatro millones de habitantes, estaba clasificado por España como un paraíso fiscal -un país que cobra muy pocos impuestos a los extranjeros que no residen en él, para que inscriban allí sus empresas- hasta el año 2010, cuando el Gobierno del PSOE lo sacó de esa lista. Entonces se dijo que era una concesión a ese país para facilitar que adjudicara a la constructora Sacyr y otras empresas españolas la multimillonaria obra de ampliación del canal de Panamá, que atraviesa el país y une el océano Atlántico con el Pacífico.
Francia también había sacado a Panamá de su lista de paraísos fiscales, pero ha decidido volver a incluirlo tras la difusión de este caso. ¿Qué hará el Gobierno español? Si todos los gobiernos lucharan juntos para que ningún país pueda actuar como paraíso fiscal, a todos les iría mejor y casos como el de los papeles de Panamá no podrían ocurrir.