“Máximo, levántate y anda”. No fueron las palabras de Carmen Chacón, ni las de José Antonio Griñán, pero sí el efecto de las conversaciones que Máximo Díaz-Cano tuvo con ambos. Porque el aliento y la confianza de su amigo, el presidente andaluz; y de su nueva “jefa”, la candidata Carmen Chacón, han devuelto a la vida política al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, cargo que ejerce en funciones y del que tenía casi todo recogido cuando…
Sonó el teléfono. Era Carmen Chacón.
Llamaba para ofrecerle una misión delicada e importante, la coordinación de su campaña para ganar la carrera por la Secretaría General del PSOE ni más ni menos que a Alfredo Pérez Rubalcaba.
Cuando sus enemigos, que los tiene, especialmente en su provincia, disfrutaban con su «próximo» entierro y con las dificultades que Díaz-Cano encontraba para luchar por la renovación del partido en Castilla-La Mancha y en Ciudad Real, una pirueta del destino le devolvió al oficio de política por la puerta grande.
Sus buenas relaciones con miembros influyentes del PSOE y su buen hacer como portavoz y miembro de aquella Comisión Gestora que desembocó en el Congreso Federal de Zapatero y Bono se aliaron para situarle en el centro del huracán socialista como pieza clave y de máxima confianza de uno de lo dos candidatos en liza, Carmen Chacón.
Él mismo pronostica un Congreso Federal muy disputado en la entrevista que pueden encontrar en la portada de encastillalamancha.es. Ganará o perderá, pero se ha ganado plaza en las decisiones que haya que tomar el día después en la federación castellano-manchega y en la provincia de Ciudad Real.
Sobre lo primero lo tiene claro. Emiliano García-Page es su apuesta. El único nombre que se le ocurre con garantías de liderar al PSOE en la región. Son sus palabras en la citada entrevista.
Nunca se llevaron del todo bien -y a veces abiertamente mal-, aunque no entraron en guerra abierta. Díaz-Cano siempre fue considerado un hombre de Barreda. Page, de Bono. Hoy ambos han superado sus ataduras y han podido sentarse a hablar tranquilamente del futuro. Su modelo de partido en las provincias es más parecido de lo que cabría pensar de dos personas tan distintas.
Si gana Chacón serán los dos interlocutores principales. Si pierde, ¿quién sabe?
De momento, ya ha conseguido influir en las lecturas de la candidata. Su próximo libro, “El olvido que seremos”, de Héctor Abad Fabiolince, el que la ha regalado su jefe de campaña. Pero Máximo Díaz-Cano no olvidará lo que vive y vivirá las próximas semanas.