Como casi todo, por muy histórico que sea, tiene cara y cruz. El acuerdo de 195 países para evitar que nos carguemos el planeta, a sabiendas y sin hacer nada para evitarlo tiene sin duda calado histórico y universal. No me extraña que los más importantes representantes de los habitantes de la Tierra saltaran de alegría, palmearan y gimotearan al comprobar que lo imposible era posible y que sí se puede comenzar a andar contra la destrucción del planeta.
«Incluso la más larga caminata comienza con un simple paso», dice un proverbio hindú. Así es en este caso, un simple y primer paso para una larga caminata, que superada la euforia tras conseguir el acuerdo habrá que convertir en vigilancia constante para que se cumpla. Sobrados ejemplos hay de todo lo contario.
Las organizaciones ecologistas y científicos independientes expertos en el asunto ya nos previenen de que el acuerdo no es ninguna panacea, sino un mínimo del que partir. Ellos pregonaron en solitario durante años y a veces ante el escarnio de muchos lo que ahora parece innegable, incluso para los más acérrimos defensores del todo va bien en materia de clima.
Felicito a los colectivos, catedráticos y científicos que nos alertaron del asunto hasta convencer, sin duda ayudados por las tristes y catastróficas evidencias y un poco tarde, a los jefes de estado que pueden tomar las decisiones adecuadas, en vez de las inadecuadas, cuando se trata de conservar la naturaleza como la conocemos y, de paso, salvar la Tierra.
Ahora, a trabajar, para que tengamos planeta más allá de lo imaginable.
He seleccionado la primera frase que los periodistas de los principales medios del país que han informado del asunto eligieron para dar cuenta de él. También de los que inmediatamente han avisado de que no ha lugar a la euforia y que, como toda obra humana, es mejorable. Las comparto con vosotros para que leáis y juzguéis por vosotros mismos si el acuerdo histórico es también suficiente…:
“La lucha contra el cambio climático consiguió este sábado poner de acuerdo casi al mundo entero”. Manuel Planelles, El País.
“Con un mazazo verde, entre vítores, aplausos sonrisas y selfies, Laurent Fabius finalmente dio por aprobado el Acuerdo de París”. Carlos Fresneda, El Mundo.
“Un pacto histórico por el planeta, pero sólo un primer paso”. Editorial de El Mundo.
“El Acuerdo de París ya no es un réquiem, sino una carta de amor al planeta Tierra”. Antonio Villarreal, elespañol.com.
“Esta vez sí. Han hecho falta 20 años desde que en 1995 la comunidad internacional se reuniera en Berlín para intentar sentar las bases de un protocolo para luchar contra el cambio climático”. Araceli Acosta, ABC.
“Laurent Fabius declaró aprobado el acuerdo contra el recalentamiento climático tras trece días de intensas negociaciones y varias noches en blanco para perfilar las posiciones de las 195 delegaciones”. Asunción Serena, La Razón.
“La cumbre del clima (COP21) de París acaba de aprobar el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, en el que cerca de 200 países, tanto desarrollados como en desarrollo, se comprometen de manera histórica a transitar de manera conjunta hacia una economía baja en carbono”. Antonio Cerrillo, La Vanguardia.
“Parecía que no llegaría, pero llegó: sobre las 19:30 de la tarde, con dos horas y media de retraso sobre la hora prevista, y un día después de lo esperado, comenzaba la última sesión plenaria de la Cumbre del Clima de París, en la que se debía aprobar el texto final negociado durante las últimas dos semanas por las delegaciones de los países participantes”. R. Pérez, elconfidencial.com.
“Ha costado cuatro años de trabajo, desde que, en 2011, la Conferencia de Durban (Suráfrica) diera un mandato para superar el Protocolo de Kioto. Decenas de convenciones y una prórroga in extremis para sacar adelante un acuerdo sobre la lucha contra el cambio climático”. Raúl Rejón, eldiario.es.
“Colectivos ecologistas mostraron a lo largo de la tarde su disconformidad con un texto que consideran insuficiente y con un lenguaje poco claro. «Hay mucho que se ha diluido y contaminado por aquellos que abusan del planeta», apuntó Greenpeace”. Álvaro Sánchez Castrillo, Infolibre.es.
“Después de dos semanas en París y de extensas deliberaciones se ha llegado a un acuerdo sobre Cambio Climático. Si bien habrá celebraciones entre los activistas, este acuerdo va a hacer muy poco para controlar la reducción de temperatura. El Tratado de París promete mantener los aumentos de temperatura por debajo de los 2°C. Sin embargo, las promesas reales hechas en Francia significan casi nada para lograrlo”. Björn Lomborg, en elespañol.com.