Ya era hora de que el PSOE se tomara en serio el drama que están viviendo miles de personas a las que les han quitado o les van a quitar su vivienda porque, al quedarse sin trabajo, no pueden pagar al banco la hipoteca que les concedió, en muchos casos alegremente y por encima de lo que podían afrontar. Ya era hora, pero hay que lamentar que este partido haya tardado tanto en «mojarse» en este asunto.
El año pasado, cuando gobernaba Zapatero y empezó a agudizarse el drama de los desahucios, los diputados del PSOE y los del PP rechazaron juntos varias propuestas de Izquierda Unida y de otros partidos del Congreso en las que planteaban disstintas fórmulas para resolver este grave problema.
Los socialistas cambiaron de actitud cuando se quedaron en la oposición: hace dos meses, en septiembre, apoyaron una iniciativa de IU en la que esta federación de izquierdas proponía crear una bolsa de viviendas de alquiler con una parte de las que tienen en propiedad las entidades bancarias, tras haber desahuciado a sus dueños por falta de pago, que pronto van a formar parte del llamado «banco malo».
Ahora, el PSOE anuncia que va a proponer crear esa bolsa, en un proyecto de ley que se tramita en el Congreso para reactivar el mercado del alquiler. Izquierda Unida, que fue quien presentó esa iniciativa inicialmente, también lo va a plantear de nuevo.
PADRES Y ABUELOS DESAHUCIADOS
En lo que va de año, unas 100.000 personas se han quedado sin su vivienda por no poder pagar el crédito al banco. Se calcula que en 2013 serán desahuciadas entre 200.000 y 250.000 más. En muchos casos, abuelos pensionistas o padres jubilados han perdido su casa por haber avalado a sus nietos o hijos para que el banco les concediera un crédito.
Con datos tan dramáticos hay que dar la bienvenida a la nueva actitud del PSOE, pero también hay que decir que estos sorprendentes cambios de posición, en tan sólo unos meses, son los que hacen perder credibilidad a un partido político: que diga y haga una cosa cuando está en el Gobierno pero practique la contraria cuando pierde las elecciones y pasa a la oposición es, como mínimo, una tomadura de pelo que la ciudadanía no olvida fácilmente.
EN ESPAÑA, MUCHO PEOR QUE EN EUROPA
En España, cuando alguien no puede pagar el crédito que le ha concedido un banco para comprar su vivienda se queda sin su casa y, además, debe seguir pagando esa deuda. En Europa y en otros muchos países de todo el mundo no ocurre eso, sino que el banco recupera el piso pero el ciudadano no tiene que seguir abonando el crédito porque ya le han quitado la vivienda como pago por la deuda que le queda pendiente.
La crisis económica ha hecho que se incremente espectacularmente el número de personas que no han podido hacer frente al crédito bancario, lo que ha provocado miles de desahucios. Sólo cuando han saltado a la opinión pública algunos casos especialmente sangrantes, y se han constituido plataformas y organizaciones para luchar contra los desahucios, es cuando algunos políticos han reaccionado ante una situación totalmente injusta y que exige buscar soluciones.
Una vez más, la ciudadanía ha ido por delante del partido que gobierna y del que aspira a sustituirle desde la oposición.
OBLIGADOS A BUSCAR SOLUCIONES
No es fácil encontrar una respuesta que sea satisfactoria para las dos partes, porque hay que hacer compatible el derecho de los ciudadanos a no quedarse sin una vivienda y el de los bancos a conceder los créditos con seguridad jurídica y sin correr excesivos riesgos por falta de control y regulación adecuada. Pero el PSOE y el PP están obligados a encontrar una solución, y para ello tienen que contar con IU y con otros partidos que han planteado propuestas en los últimos años sin ningún éxito.
En el PSOE han reconocido últimamente que tenían que haber regulado este asunto cuando gobernaban y han lamentado no haberlo hecho entonces. La ciudadanía, siempre generosa, seguro que va a aceptar estas disculpas. Ahora sólo falta que los socialistas no se muevan en este asunto por intereses partidistas y no busquen apuntarse el tanto y presentarse como los paladines de la lucha contra los desahucios, cuando los han permitido mientras gobernaban sin hacer nada para resolverlos y sin siquiera escuchar a otros partidos que les proponían soluciones más que razonables.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, ha dicho que en esta región no van a cobrar un euro por cada receta médica, cosa que sí van a hacer sus colegas del PP en la Comunidad de Madrid.
Tome nota de ello la ciudadanía. No hay por qué desconfiar de su palabra pero, acostumbrados como estamos a que tanto el PSOE como el PP digan una cosa y después hagan otra -para comprobarlo, no hace falta más que ver las medidas que aplicó Zapatero a partir de 2010 y las que ha puesto en marcha Mariano Rajoy desde que gobierna, en ambos casos totalmente contrarias a lo que figura en sus programas electorales-, hay motivos para poder esperar alguna sorpresa. Y si no, al tiempo.