Mientras cuatro millones y medio de personas se desesperan en España porque quieren trabajar y no pueden, algunos dirigentes de los principales partidos políticos van a lo suyo: unos, a ver cómo ganan más poder, aunque eso perjudique a su propio partido; otros, a intentar consolidarse como líderes reales de su formación; algunos, a intentar engañar a la ciudadanía o directamente a mentir…
Esos 4,5 millones de parados seguramente se han quedado perplejos, muy sorprendidos cuando han escuchado decir al diputado del PP Rafael Hernando que, en los tres años que llevan en el Gobierno, su partido ya ha cumplido ya el 83 por 100 de las promesas que hizo en el programa electoral con el que ganó las elecciones generales en 2011.
EL PP DICE QUE CUMPLE SU PROGRAMA
El portavoz de los diputados del PP hace trampas en esa declaración: el Gobierno ha empezado a bajar algunos impuestos, tal y como prometió en su programa electoral, pero se olvida de decir que nada más llegar a La Moncloa Mariano Rajoy subió el IRPF, el IBI y el IVA, justificándolo en que la situación en que los socialistas habían dejado a España era mucho peor de lo que les dijeron Zapatero y su equipo. Eso es volver a la situación que se encontró cuando llegó al Gobierno pero no es cumplir lo prometido. Tampoco ha cumplido sus compromisos en educación y sanidad, porque ha recortado en contra de lo que prometió, ni con los funcionarios, los investigadores…
El PSOE no consigue recuperarse, pese a haber renovado su cúpula dirigente. A su líder, Pedro Sánchez, le ponen zancadillas algunos compañeros suyos, aunque lo eligieron secretario general hace poco más de medio año por amplia mayoría. Y la todopoderosa presidenta de Andalucía, Susana Díaz, sigue negando que aspire a competir con Sánchez para dirigir el PSOE pero incluso en su partido hay quien no la cree.
LOS PROBLEMAS DE IU
En Izquierda Unida, que en las últimas elecciones generales continuaba como la tercera fuerza política de España, parece que hay quien se ha especializado en protagonizar peleas fratricidas en las precampañas electorales, pese al daño que producen a la federación de Cayo Lara. El pulso entre la dirección regional de IU de Madrid y Tania Sánchez -que ganó las elecciones primarias para ser la candidata a la Presidencia de la Comunidad y finalmente ha abandonado IU para formar otro partido- ha sumido a esta formación política en una seria crisis, más grave que otras anteriores porque llega en un momento en que Podemos le quita una parte de sus votos e incluso algunos militantes y dirigentes o exdirigentes locales.
El partido de Rosa Díez, UPyD, vive en la contradicción de que ella y sus dirigentes no han querido unirse al catalán Albert Rivera y Ciudadanos, frente a buena parte de su afiliación que se lo pedía. Consecuencia: las encuestas vaticinan que el partido de Rivera puede hincar el diente y llevarse una tajada del electorado de la ex dirigente y ex diputada socialista.
LOS PRIMEROS ERRORES DE PODEMOS
Y llegamos a Podemos. El partido de moda, que tantas esperanzas ha despertado en muchos ciudadanos desencantados con otros partidos, al decirles lo que querían escuchar y prometer otra manera de hacer política, ya ha empezado a caer en algunos de los defectos que tienen los partidos tradicionales, a los que ellos critican y llaman «casta»: férreo control del partido por el núcleo duro de la dirección, presuntas irregularidades todavía no explicadas de Juan Carlos Monedero y su empresa asesora de gobiernos de Latinoamérica, actitudes poco democráticas con algunos periodistas y fotógrafos, prepotencia de su líder… ¿Errores de principiantes? Habrá que ver cómo evolucionan.
A los 4,5 millones de parados y a otros cuantos millones de electores que han sufrido recortes, pérdida de derechos y de bienestar social o desahucios y pobreza extrema, según los casos, lo que les interesa y esperan son propuestas concretas de los partidos para mejorar su situación. No les sirven las promesas que los políticos hacen en las tertulias de radio y televisión, ni las declaraciones demagógicas en las que niegan la evidencia. Cuando escuchan algunas de esas declaraciones, sorprendentes porque son totalmente contrarias a la vida real, muchos de esos ciudadanos probablemente se acordarán del lema de un conocido anuncio publicitario, ese de «yo no soy tonto». Algunos políticos, lamentablemente, parece que piensan lo contrario.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
Desde hace más de un siglo, los agentes medioambientales y forestales se dedican a cuidar la naturaleza y a investigar los delitos cometidos contra ella (incendios, colocación de venenos, caza de especies protegidas…), actuando como policía judicial que depende de los jueces y fiscales y en coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Ahora, en contra de lo que dicen en el PP de Castilla-La Mancha, en el proyecto de Ley de Montes que ha elaborado el Gobierno pierden su autonomía y se les convierte en «auxiliares» de los policías, pese a que éstos no tienen una preparación específica para esas funciones y ellos sí.
Todos los grupos de la oposición del Congreso se han reunido con la Asociación Estatal de Agentes Forestales y Mediambientales (Aeafma), CC.OO. y UGT para escuchar sus quejas e intentar buscar una solución. El PP no ha encontrado un hueco para recibirlos. La presidenta regional y número dos de este partido, María Dolores de Cospedal, debería hablar con sus compañeros diputados para que eliminen de la citada ley esa modificación, que menosprecia e indigna a los más de 6.400 agentes medioambientales y que puede ser declarada inconstitucional.