Si no tenemos para lo básico, ¡cómo vamos a andar con pluses y sobresueldos para ex cargos públicos!
Los más de 70 exdirigentes de las diversas administraciones socialistas que han recurrido a la justicia para recuperar su sobresueldo han demostrado estar poco conectados con la realidad y con la justicia social que dicen defender bajo las siglas de su partido.
Diría que están en su derecho de recurrir la supresión del plus vitalicio que cobraban y que ha eliminado el Gobierno Cospedal de los presupuestos, pero está muy lejos de su deber hacerlo.
Flaco favor hacen a un PSOE muy necesitado de credibilidad precismente entre su electorado, el que más duramente está pagando la crisis.
Y poco hace por sí mismo el Partido Socialista cuando esconde la cabeza cual avestruz , en el mejor de los casos; o, en el peor, defendiendo lo indefendible, como lo es el hecho de que sus ex cobren de 500 a 800 euros cada mes y durante toda su vida laboral por haber sido altos cargos de la Junta cuando durante un tiempo.
¡Ya cobraron por su trabajo! Y si tienen la suerte o el mérito de ser funcionarios y poder volver a él de un día para otro, ya disponen de más posibilidades que el que tiene que regresar a su despacho o al mercado laboral después de pasar años alejado de él. Otros van directamente al paro cuando dejan el coche oficial.
El Partido Socialista que impulsó la ley de la transparecencia en CLM cuando más acechaba la corrupción al PSOE no puede ahora aferrarse a lo cutre de mantener una paguilla para todo la vida a sus antiguos altos cargos en un país de mileurisas y en el que 352 personas son desahuciadas de su casa cada día.
CUANDO EL DIARIO OFICIAL ES UN PARTE DE GUERRA…
Cuando el Diario Oficial es una jornada tras otra un parte de guerra en el que cada línea se cuenta por denegación de ayudas o similar a gente con graves carencias y necesidades, no puede ser que un puñado de altos cargos, por mucho que hayan trabajado cuando estaban al servicio de lo público, se empeñen en mantener un privilegio que nadie comparte y al que no tiene alcance ningún otro ciudadano, por mucho que trabaje a lo largo de su vida. Ni siquiera dispone de ese privilegio ningún otro tabajador público, ya sea médico o limpiadora, que cuando cesen en su actividad se irán a casa con lo puesto en su pensión.
No solo los políticos son servidores de lo público.
SE COBRA POR TRABAJAR, NO POR DEJAR DE HACERLO
Fuera de la política es impensable que a alguien se le pague por dejar de hacer algo. La lógica dice que se cobra por trabajar no por dejar de hacerlo. Cuando se acaba la responsabilidad finaliza la retribución que se percibía por ella. Es lo normal y lo justo. Nadie, por más que haya aportado a un empresa, e incluso aunque haya sido su salvador, sigue cobrando cuando se extingue la relación laboral.
Por lo tanto, que los políticos perciban unos cuantos cientos de euros cuando dejan de serlo pero vuelven a su plaza de funcionario es impropio e injusto, por más que se haya practicado y se sigua haciendo en el Estado y en otras comunidades autónomas.
INFAME, BOCHORNOSO, VERGONZOSO, DICEN LOS FUNCIONARIOS
No es de extrañar que la Junta de Personal de la Junta; es decir, los representantes de los trabajadores públicos de la administración castellano-manchega, hayan emitido un comunicado, aprobado por unanimidad de todos sus integrantes, poniendo a caldo a los ex altos cargos socialistas que han decidido recurrir la supresión del famoso plus. Bochornoso, infame o vergonzoso son algunos de los calificativos que emplean para un comportamiento que corre de boca en boca entre los funcionarios y con palabras mucho mayores.
La decisión de más de 30 ex altos cargos del PSOE que han recurrido la decisión del Gobierno Cospedal de suprimir para siempre el privilegio de ese sobreueldo, es muy criticable y está, por lo menos, muy alejada de la realidad y de la sensibilidad social que se le supone a un socialista.
QUE CUNDA EL EJEMPLO
Cuando el Gobierno de CLM decidió cargarse ese plus vitalicio hizo lo que debía. Aunque a nadie se le escapa que estaba calculado con muy mala uva y para hacer daño al enemigo.
Pero si el PSOE quiere volver a conectar con sus bases y con la sociedad que le ha dado la espalda tendrá que dejar de lado quejas tan interesadas como las que afectan a sus bolsillos. El PSOE que cuando gobernaba en España tomó la decisión de rebajar el sueldo a los funcionarios o congelar las pensiones no puede defender hoy que sus ex sigan teniendo una paguilla.
Y el PP haría muy bien en procurar que cunda el ejemplo en el resto de España. Para que lo que es de justicia, no parezca solo una patada en las espinillas del contrario cuando más débil está.