El ministro Cristóbal Montoro ha demostrado que no le preocupan lo más mínimo las constantes denuncias de manipulación y censura en los espacios informativos de Televisión Española, que incluso han llegado al Parlamento Europeo. Con una frivolidad impropia de un miembro del Gobierno, el titular de la cartera de Hacienda y Función Pública ha recomendado a diputados y senadores de la oposición que, si no les gusta TVE, cambien de canal. Y, tras lanzar ese lamentable consejo en el Parlamento, se ha quedado tan ancho.
A cualquier integrante de un Gobierno democrático le debe preocupar, y mucho, que las denuncias de manipulación y censura contra la televisión pública sean constantes. Sobre TVE las plantean a diario su Consejo de Informativos (un órgano regulado en la ley y elegido democráticamente entre los trabajadores para que vele por la independencia, objetividad y veracidad de la información), la mayoría de los trabajadores de la casa, los partidos de la oposición, organizaciones sindicales y profesionales, organismos internacionales como el Instituto Internacional de Prensa (IPI)… Pero Montoro y el Gobierno escuchan ese aluvión de críticas como quien oye llover.
Montoro niega que en TVE exista manipulación y censura
El martes 6 de mayo, en el Senado, el socialista Óscar López criticó la manipulación en los informativos de RTVE y el bloqueo del PP que impide renovar por concurso público a su cúpula directiva, tal y como establece una ley aprobada en septiembre pasado en el Congreso por unanimidad de todos los partidos. El ministro negó que exista manipulación y censura, pese que hay decenas de casos demostrados, y dio un consejo al senador: «¿A usted no le gustan [los informativos de TVE]? Pues muy bien. Cambie usted de canal, hay muchos».
Ese mismo día, mientras Montoro negaba la censura en TVE, dimitió la periodista Arantxa Torres, editora del informativo del centro territorial de RTVE en Valencia, porque desde la dirección en Madrid le prohibieron que emitiera el bochornoso comentario que había dicho la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro, contra unos pensionistas que protestaban frente a Mariano Rajoy. Y ese mismo día, trabajadores de Televisión Española seguían difundiendo en las redes sociales, con su nombre y apellidos, casos concretos de manipulación y censura, en una campaña que han emprendido mujeres periodistas de la casa con el lema #AsíSeManipula. Pero el ministro se ve que no se ha enterado
No es que a Montoro se le calentara la boca el martes en el Senado y, en el rifirrafe parlamentario, pronunciara esas palabras precipitadamente. No. El ministro era muy consciente de lo que decía porque al día siguiente, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, repitió lo mismo.
El día 7, la diputada Noelia Vera, de Unidos Podemos, le preguntó si el Gobierno va a hacer algo para que se renueve por concurso público al presidente y al Consejo de Administración de RTVE, como prevé la ley. Montoro repitió su consejo del día anterior: «A lo mejor a usted no le gusta un informativo. Mire, puede cambiar de cadena, tenemos libertad en España, la libertad es eso», afirmó. Y también se quedó tan ancho, como el día anterior en el Senado.
El derecho a la información según el ministro
Con esas palabras, Montoro demuestra el concepto equivocado que tiene del derecho constitucional a la información de la ciudadanía. Y demuestra lo que opina de los medios de comunicación públicos, en este caso de RTVE: solo le importan para controlarlos, como ha hecho el Partido Popular desde que llegó al Gobierno. Hay que decir que el PSOE también hizo lo suyo en ese mismo sentido durante años, cuando gobernó -excepto en la segunda legislatura de Zapatero-, y los gobiernos autonómicos también, pero hoy estamos hablando de RTVE y su situación actual, no del pasado ni de otras cadenas públicas.
El ministro de Hacienda considera que la libertad de información consiste en que existan varios canales de televisión y que la ciudadanía pueda sintonizar uno u otro. ¡Qué lamentable! En vez de defender una radio televisión pública de calidad, con pluralidad e independiente del Gobierno aconseja cambiar a una cadena privada si no gusta la información de TVE.
Montoro, como otros miembros del Gobierno, ha insistido en que los informativos de TVE son los que tienen más audiencia. Pero ni él ni sus compañeros de gabinete explican los trucos que utiliza la dirección de Televisión Española para ofrecer esas cifras, que no se corresponden con la realidad. Un ejemplo: hace unos años decidieron emitir los informativos de La 1 a la misma hora también en el Canal 24 horas -y no más tarde, como hacían antes, para quienes no pudieran verlos por La 1- y así suman las audiencias de ambos canales. Si no fuera por esta y otras maniobras, TVE se vería casi todos los meses superada por Telecinco.
Mientras tanto, el PP mantiene bloqueada la renovación por concurso público del presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, y el Consejo de Administración, cuyos miembros cumplieron su mandato hace más de cinco años y continúan en funciones. Un desprecio a la inmensa mayoría de la plantilla de la radio televisión pública y sus representantes, una burla hacia la ciudadanía y una vergüenza para la democracia.