El día que Pedro Sánchez se quitó, si es que tenía alguno, los vínculos con Felipe González, sí, el mismo de Surenes, la tortilla, la pana y «er» Guerra, ha sido como matar al padre. Bien entendido. Pero la losa ya no la lleva encima. González dijo por activa y pasiva que había que abstenerse para que Rajoy fuera presidente y aquél no le hizo ni caso. No es no, nos cansamos de escuchar. Un paso adelante en su granítico caminar por un camino de lobos que están deseando sacar la cabeza de debajo del agua en cuanto la cosa se ponga un poquito…
Eso de aplazar el Congreso Federal del PSOE hasta después de decidir qué pasaba en España ha pesado como una losa contra los barones, que ni al norte, ni al este, ni al oeste, ni al centro y muchísimo menos al sur han osado decir lo contrario a lo que se aprobó en su día: el ya famoso no. Apenas han abierto la boca. De Susana Díaz apenas se conoce noticia alguna veraniega y menos de cuestiones de partido…
Es curioso que quien consiguiera los peores resultados electorales del PSOE en dos elecciones consecutivas y casi seguidas (también es cierto que las circunstancias no han sido las mismas que en otros procesos electorales y que donde antes había dos a repartir ahora son cuatro, dato importante a tener en cuenta) haya conseguido sobrevivir sin apenas rasguños aparentes a no ser que las heridas internas sean tan graves que le pueda costar el puesto. Desde luego, el próximo Congreso Federal socialista va a ser de esos que a más de uno le va a poner la carne de gallina…
Mientras, a Rajoy se le ha puesto una cara de presidente en funciones… Y que no se la quita, oiga. En su partido deberían pensarse y atreverse (lo primero lo han hecho, lo segundo no) a cambiar al candidato…
Total, que el panorama en España es el mismo de hace ya tantos meses que hasta en los tostonazos de las tertulias políticas se repiten los argumentos y cada día le interesan a menos gente. Les va a pasar como a los documentales de las 2, que todo el mundo decía que sí pero al final era que no.
Estamos aburridos, hastiados y, lo peor, cabreados. De los políticos. De estos políticos.
Oigan, no voten en las próximas. No se lo merecen.
@CesardelRioPolo
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