Vivir para ver. Quienes admiran a Chenoa, Alaska, Pau Gasol y otros famosos ya pueden recibir en su teléfono móvil un vídeo con un breve saludo personal de ellos el día de su cumpleaños, en su boda o por otro motivo. Se sorprenderán al responder la llamada y ver a su personaje favorito que les dice, por ejemplo: «Hola, Lucía, ¿cómo estás? Fuera nervios y mucho ánimo, que hoy vas a aprobar el examen de conducir». A cambio, ellos o quien haya gestionado ese mensaje habrán pagado la tarifa correspondiente a la empresa que lleva este negocio.
Lo ha publicado la revista ICON, del diario El País. En Estados Unidos, a cambio de pagar entre cinco y hasta 13.650 euros, cualquiera puede conseguir que un famoso le envíe un vídeo-mensaje personal. Y ahora, tras cinco años de funcionamiento allí, la empresa Cameo ha llegado a España y ya tiene en su cartera más de 300 personajes famosos a la espera de que sus fans les pidan saludos por vídeo.
Cobrar por asistir a inauguraciones o fiestas y, ahora, por saludar en vídeo
Es bien conocido que hay personas famosas del mundo del espectáculo, el cine o la televisión, y también «personajillos de medio pelo» de esos que salen de los concursos de la telebasura, que cobran sustanciosas cantidades de dinero por acudir a una inauguración, a la presentación de un perfume nuevo, a una fiesta u otro evento social. Seguro que muchas de ellas, sobre todo las de medio pelo, intentarán ahora engrosar el catálogo de esa empresa para cobrar por saludar por vídeo.
El precio de cada mensaje varía en función de los seguidores que el famoso o famosa tenga en las redes sociales, que haya protagonizado una película de éxito o una serie de televisión y otros factores. Un mensaje personalizado de Tom Felton, el actor y músico británico que interpreta a Draco Malfoy en la serie de películas de Harry Potter, cuesta 551 euros. Por un saludo de Chenoa hay que pagar 86 euros. En Estados Unidos, los mensajes más caros de los remitidos por esa empresa han sido los del exboxeador invicto Floyd Mayweather Jr: cobra 13.650 euros por enviar un vídeo con un saludo personal.
Reticentes a hacerlo… hasta que prueban y ganan dinero
Jaime De Wenetz, director de la empresa Cameo en España, ha explicado que algunos famosos se mostraron reticentes cuando les ofrecieron formar parte de su catálogo, pero finalmente probaron, continuaron y ninguno se ha marchado. Al ver que el negocio funciona bien y ganan dinero, porque hay gente dispuesta a pagar por recibir su saludo, algunos han decidido donar una parte de sus ganancias a organizaciones benéficas y dicen en sus redes sociales cuáles son, pero no explican qué porcentaje les dan ni la empresa comprueba si lo hacen o no.
No hay nada ilegal en este negocio, ni tampoco inmoral o poco ético. No se parece a los sinvergüenzas que han cobrado millonarias comisiones por la venta de mascarillas al Ayuntamiento de Madrid. Pero, aunque cada cual puede hacer lo que quiera con su dinero, sorprende que haya gente dispuesta a pagar por recibir un saludo en un vídeo-mensaje.
Este nuevo negocio también ha recibido críticas. Nico Cary, directivo de la agencia de talentos Influentially, considera que esta práctica es «una prostitución del talento» y algo «vulgar y cutre, porque sabemos que todo es falso».
Hay niños y niñas de nueve o diez años que, al preguntarles qué quieren ser de mayores, responden que youtuber o influencer. Y hay padres que no solo les animan en esa aspiración, sino que los utilizan para que ganen dinero colgando sus vídeos en las redes sociales, y presumen de los seguidores que tienen sus hijos en ellas. Dentro de poco, quizá habrá niños y niñas que, cuando se les pregunte por su futuro, digan que quieren ser saludadores profesionales por vídeo a cambio de dinero. Vivir para ver.