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jueves, 21 de noviembre de 2024
El PP sufre su primera derrota en el Congreso mientras el PSOE sale airoso de otro momento difícil - 20 agosto 2023 - Madrid
Agustín Yanel Agustín Yanel

En el Partido Popular todavía no han salido de su sorpresa y frustración ante lo mal, muy mal, que les ha ido en la sesión de constitución de la XV legislatura del Congreso de los Diputados. No sólo no han conseguido presidir la Mesa, que ha quedado conformada con una mayoría de izquierdas, sino que han sufrido en público y en directo una humillación por parte de Vox por haber decidido a última hora no votar al candidato del partido de ultraderecha para ocupar un puesto en ese órgano de gobierno de la Cámara Baja. Es la primera vez en democracia que la tercera fuerza política en votos en unas elecciones generales no forma parte de la Mesa, debido a los populares y con el correspondiente enfado de Santiago Abascal y su grupo.

En esa sesión, celebrada el 17 de agosto, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, sufrió su primera derrota, mientras que el presidente del Gobierno en funciones y aspirante a continuar en ese cargo, Pedro Sánchez, volvió a salir airoso, una vez más, al conseguir que la Mesa del Congreso esté presidida por la socialista Francina Armengol (expresidenta de la comunidad autónoma de las Islas Baleares).


Si algo quedó meridianamente claro ese día es que Núñez Feijóo, en contra de lo que han venido diciendo sus portavoces oficiales y no oficiales en las últimas semanas, y él mismo, no tiene más apoyos en el Congreso que los de su partido  y un voto de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y otro de Coalición Canaria (CC). Ni siquiera la bancada de Vox, con quienes gobierna en cuatro comunidades autónomas y más de 150 ayuntamientos, votó a la candidata del PP para presidir la Mesa, Cuca Gamarra. Hasta ese mismo día a primera hora, PP y PSOE estaban prácticamente empatados en votos, a la espera de las negociaciones de última hora que inclinaron la balanza con creces en favor de la candidata socialista.

La humillación del PP y su candidata 

Las caras de Gamarra y Feijóo cuando, durante el recuento en voz alta de las papeletas de votación, escucharon que los de Vox no le votaban a ella sino a su propio candidato -Ignacio Gil Lázaro-, reflejaban su sorpresa y enfado por la humillación que acababan de sufrir. Cuca Gamarra sólo tuvo 139 votos, mientras la socialista Armengol logró 178, dos más de la mayoría absoluta, y además fue elegida en primera votación, cuando se esperaba que alcanzaría ese puesto en segunda votación por mayoría simple.

Pedro Sánchez consiguió que su candidata fuera apoyada por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat), el partido que lidera Carles Puigdemont desde Waterloo (Bélgica), donde reside desde hace seis años tras huir de la Justicia española escondido en el maletero de un coche. Pero, además de los votos del PSOE, también tuvo los de Sumar, EH Bildu, PNV, y Bloque Nacionalista Galego (BNG). «Lo ha vuelto a hacer», dicen con satisfacción muchos socialistas en referencia a la capacidad que ha demostrado su líder y presidente del Gobierno en funciones para salir airoso de situaciones difíciles en los peores momentos de su carrera política.

Las concesiones a los independentistas a cambio de sus votos

Desde ERC y Junts dicen que su apoyo al PSOE para presidir la Mesa del Congreso no lleva implícito que vayan a apoyar también la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, sino que su voto ahora depende de los acuerdos que alcancen con él. Como se sabe, reivindican la amnistía para las más de 4.000 personas acusadas por los hechos ocurridos en 2017 en Cataluña y ejercer el derecho a la autodeterminación votando en un referéndum. En el PSOE han dicho y repetido que todo lo que pacten con los independentistas deberá estar dentro de la Constitución. De momento, lo que ha aceptado el Gobierno a cambio de sus votos es que se puedan utilizar las lenguas cooficiales en el Congreso -está por ver cuándo se podrá hacer y de qué manera-, crear una comisión sobre el espionaje a políticos catalanes el caso Pegasus y poco más. No parece que se vaya a romper España con esas concesiones.

El 22 de agosto, martes, cuando Feijóo y Sánchez sean recibidos por el rey Felipe VI en su ronda de conversaciones previas a proponer un candidato para ser investido presidente del Gobierno, ¿qué podrán decirle? El líder de los populares tendrá que explicar al monarca que, en la sesión constitutiva de la XV legislatura, su candidata a presidir la Mesa del Congreso solo tuvo los 137 votos de su grupo más dos más de UPN y CC. El líder de los socialistas, por su parte, podrá presumir de que su candidata para ese cargo -la tercera autoridad del Estado, tras el rey y el presidente del Gobierno- ha sido elegida con el apoyo de PSOE, Sumar, PNV, ERC, Junts, EH Bildu y BNG.

El rey Felipe VI, tras escuchar el lunes y el martes a los representantes de siete formaciones políticas con presencia en el Congreso (los representantes de los partidos nacionalistas catalanes, vascos y  gallegos deciden no ir a ver al monarca), propondrá un candidato para que se presente a la investidura como presidente del Gobierno. No es muy buena carta de presentación para Feijóo presentarse habiendo tenido solo el apoyo de 139 votos para la Mesa, porque demuestra que el PP no ha conseguido pactar con otros grupos, cuando Pedro Sánchez llegará con una mayoría absoluta de 178 votos. El monarca no tiene por qué decidir en función de los resultados que ha habido para la Mesa, pero parece bastante lógico que los tendrá muy en cuenta. Toca esperar.

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