He leído a Fernando Garea (El País, 24-8-2014) que Pedro Sánchez va a proponer diversas medidas de regeneración política, entre ellas un nuevo sistema de elección de altos cargos públicos en la Administración española. Según el periodista de El País, lo que el secretario general del PSOE se propone es una especie de «descolonización» política de los órganos fundamentales del Estado que han sido colonizados por la política durante décadas. El Banco de España, el Consejero General del Poder Judicial o la Comisión Nacional del Mercado de Valores son algunas de esas instituciones, entre otras.
Bienvenida la descolonización política que tanto daño está haciendo a la credibilidad de la instituciones y por lo tanto de la democracia. Pero animaría al secretario general del PSOE a no quedarse ahí, sino a ir más allá y descolonizar otro territorio que también ha sido invadido por la política, aunque no he leído que esté en el catálogo que daba a conocer Fernando Garea. (La verdad que no lo he visto ni en ese ni en ningún otro).
Pido a Pedro Sánchez que incluya la descolonización de los medios de comunicación entre sus medidas de regeneración democrática. Domesticar a la prensa y mangonear en los medios es la primera tentación del poderoso cuando llega y la última que abandona cuando se va. Es lo primero que aprenden y lo último que se les olvida.
Y, desgraciadamente, es lo primero que consiguen y lo último que pierden. Especialmente en estos últimos años en los que la debilidad de los medios por la crisis económica, más la propia reestructuración del sector, ha facilitado el camino. Caen directores molestos como en un juego de bolos. Se guardan noticias o se fabrican portadas a golpe de teléfono desde los despachos del poder, no solo del político, desde luego.
Los periodistas deberíamos vigilar más las encuestas de valoración que los españoles hacen de las instituciones y profesiones. Vamos cayendo, ya estamos en el 50 por 100 de aprobado, más o menos. No llegamos al 90 por 100 de suspenso que se da a los políticos, a los partidos o al parlamento, pero estamos bajando y eso debería llevamos a una seria reflexión y a una posterior acción.
En fin, que aún no pierdo la esperanza de encontrarme la descolonización de la prensa entre las medidas de regeneración política de los partidos.