La victoria, pero en realidad derrota, en Andalucía le debería servir al PSOE para, en teoría, no dudar en dos asuntos en los que hasta ahora caminaba según el tiempo que hiciera. Es decir, que por una parte ya tiene claro que ha de movilizar al electorado que tuviera escondido, si es que lo sigue teniendo y; por otra, y es aquí quizás donde más se verá si de verdad tienen ganas de sintonizar con esos españoles hartos del cachondeo catalán, que o no les duelen prendas en no pasar por alto las burlas independentistas o que pase el siguiente…
Como la última. El domingo 9 se produjeron cortes de carreteras por parte de los Comités de Defensa de la República (los CDR que campan a sus anchas como si de una policía paralela se tratara, tratando de imponer leyes imaginarias y que parecen más propios de personajes sacados de las españoladas, siempre dicho con la mejor de las intenciones, tengamos la fiesta en paz, de Torrente) y la policía del presidente Torra, esto es, los Mossos, como si con ellos no fuera la cosa.
Independencia a la carta
Esto es, cortar una autopista en la provincia de Tarragona durante 15 horas porque les sale de la mismísima independencia parece ser que es un acto de lo más valiente. Algo de machotes torrenteros, vamos. Aunque en la realidad sea una auténtica gilipollez de quienes piensan que o son independientes porque ellos lo dicen o someteremos a quienes no lo quieren ser a la dictadura de sus pensamientos. Y de sus actos, que no sé qué es peor.
Meses después, todo sigue igual.
Igual que lo que yo pienso: si sometiéramos a un referendum en todo el país, español claro, si los catalanes deben ser independientes, el resultado sería que sí, que cuanto antes mejor y así se acaba este nacionalismo caduco que lo que hace es cerrar en vez de abrir. Como si los nacionalismos a capricho hubieran servido de algo.
La pena de todo esto, y ello es lo que seguro que echaría para atrás a muchos españoles de derechas, de izquierdas, de centro o de la radicalidad, es que por qué tienen que pagar el pato los catalanes españoles que viven allí y que no quieren pertenecer a otro país que no sea el suyo.
Las barbaridades, vengan de donde vengan, se han de contrarrestar con la ley. Solo con ella, lo demás sería también injustificable e irracional.
Por eso me sorprende que los CDR sigan actuando a su libre albedrío…
@CesardelRioPolo
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