Las primarias han llegado al PP, aunque en un sistema un tanto farragoso que no alienta precisamente la participación. Pero lo cierto es que los afiliados que lo deseen pueden apuntarse en una lista y acudir a votar el 27 de septiembre si quieren que el presidente del PP de Castilla-La Mancha que tome las riendas de María Dolores de Cospedal sea el almanseño Paco Núñez o el toledano Carlos Velázquez.
Que Núñez es el favorito del aparato para suceder a Cospedal es evidente. Cuando la aún presidenta del partido y expresidenta de Castilla-La Mancha no se había secado aún las lágrimas de su discurso de despedida ante la Junta Directiva del 7 de septiembre, el alcalde de Almansa y presidente provincial del PP en Albacete se postulaba candidato en el grupo de WhatsApp del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes. Sus compañeros diputados fueron los primeros en escuchar de su boca confirmada la noticia que encastillamamancha.es había publicado unos minutos antes.
La solución Paco Núñez, un pacto con los presidentes provinciales
La decisión, en la que se venía trabajando desde que el Congreso Nacional proclamó presidente a Pablo Casado, con el apoyo de Cospedal, se había dado por cerrada unos días antes. Fue en una comida de Cospedal, Vicente Tirado, ya vicesecretario nacional del PP, y los cinco presidentes provinciales: José Julián Gregorio (Toledo), Paco Cañizares (Ciudad Real), el propio Núñez (Albacete), Ana Guarinos (Guadalajara) y Benjamín Prieto (Cuenca). Allí se selló la solución del aparato: ni Cospedal ni Tirado, «el hombre» era Paco Núñez y todos los de la mesa debían ir a una, a apoyarlo sin fisuras, como si se tratase de la mismísima Cospedal.
[ze_summary text=»Ni Cospedal ni Tirado, "el hombre" era Paco Núñez y todos los de la mesa debían ir a una, a apoyarlo sin fisuras»]Ni Cospedal ni Tirado, "el hombre" era Paco Núñez y todos los de la mesa debían ir a una, a apoyarlo sin fisuras[/ze_summary]
Muchos se rebotaron en esa Junta Ejecutiva. Había ganas de cambio de fondo y formas y de poder decidir quién y cómo lidera al PP. Y se lo encontraron cocinado y listo para servir en la mesa. Como bien expresó Antonio Román, fueron a la despedida de Cospedal y se encontraron con el bautizo de Núñez, sin ni siquiera apuntarse como invitados a la fiesta. «Yo creía que el 7 de septiembre era un día triste porque María Dolores de Cospedal había decidido dar un paso al lado. Este partido le debe mucho a ella, pero se ha pasado inmediatamente a la presentación de un candidatura que parece impuesta por algunos».
El alcalde de Guadalajara y la vicepresidenta del Congreso, Rosa Romero, se levantaron allí mismo para decir que no descartaba presentar su propia candidatura. Luego no siguieron adelante, por distintas razones. Román es un hombre con mucha autoridad y estima entre sus compañeros del PP. Probablemente el único capaz de ganar al aparato. Pero no dio el paso. Rosa Romero, tampoco.
Y saltó la sorpresa. Carlos Velázquez, alcalde de Seseña, coordinador y portavoz del PP en Toledo, portavoz de Sanidad del Grupo Popular en las Cortes, criado parlamentariamente en el PP de María Dolores de Cospedal y Vicente Tirado, se salió del guión e irrumpió en la fiesta. Pese a que la desproporción de fuerzas es evidente cada día y las quinielas no le favorecen.
O conmigo o contra mí… Santo o demonio
Inmediatamente después de lanzarse al ruedo Velázquez, el mensaje oficial pasó de hablar de él como una de las piezas claras y claves del futuro del PP a considerarle un «desleal». Así funcionan las cosas para muchos en los partidos. O conmigo o contra mí. Santo o demonio.
¿Por qué un hombre disciplinado y de partido como Carlos Velázquez, hasta ahora integrante del aparato, se decidía a echar un pulso? El hecho de que fueran los hombres que siempre estuvieron con Pablo Casado en las provincias fueran los que impulsaban los grupos de WhatsApp a favor de «Charly, como todo el mundo conoce al alcalde de Seseña, disparó las primeras sospechas.
¿Quiere Pablo Casado colocar a su hombre en el territorio de Cospedal? La presencia de la exdiputada por Toledo Rocío López en la presentación de Carlos Velázquez alentó ese tipo de pensamiento, ya que ella se pasó la campaña de las primarias nacionales con Casado y Teo García cuando ambos peleaban contra Cospedal, sumó más sospechas. Como lo hizo el hecho de que Juan Antonio Callejas, el hombre de Casado en Ciudad Real, se integrara en la candidatura de Velázquez tras haber valorado presentarse él mismo.
[ze_summary text=»Tras lanzarse al ruedo, el aparato pasó de considerar a Velázquez una pieza clave a desleal»]