Una mujer de 85 años desahuciada de su casa y la tiene que ayudar un club de fútbol a encontrar un techo (¡olé por el Rayo Vallecano!). El 34 por 100 de los españoles gana menos de 645 euros mensuales y son casi 6 millones de personas (¡ojo al dato!). Si los suman a los que ganan más de 645, pero menos de 1.000 euros, llegamos a los casi 8 millones de españoles que no son ni mileuristas (¡viva la recuperación!). En Jaén se gana ya la mitad que en Madrid (¡eso es brecha social!)…
No hace falta seguir con más datos. La cruda realidad de los asalariados en España nos ha traído un país de seiscientoseuristas, en el que los mileuristas que en otras épocas eran denostados ahora ocupan escalón de privilegiados. ¡Qué panorama!
Son datos más que suficientes para intuir lo que piensan los españoles y lo enfadados que están sin necesidad de encuestas. Pero, por si acaso, se siguen haciendo sondeos. El último, de Sigma Dos para “El Mundo”, acaba de publicarse y da la victoria a podemos si las elecciones generales se celebrasen ahora. La falta de credibilidad de los grandes partidos en las medidas de regeneración explican en gran parte el auge sin freno del nuevo partido.
¡Qué poco consuela que la primera de riesgo alcance mínimos históricos cuando se ganan 600 euros! ¡Qué difícil es encontrar esperanza en los balances crecientemente saneados de los bancos cuando tienes más de 45 años y llevas años en paro! ¡Qué poco alivia el cumplimiento del déficit cuando queda tanto por hacer para tanta gente!
¿De qué se sorprenden los partidos políticos en cuanto al malestar de los ciudadanos? Súmenle a los apuros del español para salir adelante la alarma y el escándalo de los casos de corrupción de cada día y tendrán la ecuación fatídica. O lo que es lo mismo, sale la encuesta que dice que Podemos es la primera fuerza política en intención de voto.
Es verdad que se van cayendo algunas caretas y aún queda partido por disputar. Y si no que se lo pregunten a la Universidad de Málaga, Íñigo Errejón y Podemos, la semana que su líder, Pablo iglesias, da la espantada en la televisión de masas por excelencia porque no le entrevistan como él quiere. Él pretendía que Tele5 le hiciera un agasajo por plasma y con una pregunta pactada, pero fue que no. Fue la semana en la que se ha descubierto que los de Podemos son humanos y caen en algunas de las tentaciones de lo que llaman casta, cobrar sin trabajar y evitar a los periodistas cuando vienen mal dadas o responder a las sospechas con gritos en las redes evocando la conspiración y el odio social contra ellos.
Cuando vienen mal dadas… Que cante otro. Esa música ya nos suena.
Hay partido y soluciones, pero solo manejando los datos que importan a la gente y marcan sus vidas, los responsables políticos tendrán el retrato veraz de lo que el pueblo siente, piensa y necesita. Solo escuchando más allá de los salones, dejando de pisar moqueta y sorteando tiralevitas que solo les dicen lo que quieren oír podrán sobreponerse al oleaje que amenaza con hacer de España un país ingobernable a la vuelta de las próximas elecciones generales. Ya van muchos avisos, pero como la sabiduría popular advierte, «no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír».