Es muy habitual leer anuncios en los que se busca secretaria «con buena presencia». O telefonista, o relaciones públicas. Lo que no se suele pedir en esos anuncios es que una mujer deba calzar zapatos de tacón alto si quiere ser contratada por una empresa. A la británica Nicola Thorp se exigieron, se negó y la enviaron de vuelta a su casa.
Ha ocurrido en Londres, pero podría haber sucedido en España. Nicola, de 27 años, fue contratada por una empresa de trabajo temporal como recepcionista y, cuando llegó el primer día al trabajo con zapatos planos, le dijeron que debía llevar tacones de entre 5 y 10 centímetros de altura.
NUEVES HORAS DE PIE
Su trabajo consistía en recibir a los clientes y acompañarlos desde la recepción de la empresa hasta el despacho donde tenían una reunión profesional. Así una y otra vez. Nueve horas diarias, prácticamente de pie todo el tiempo.
La joven dijo que no podría estar tanto tiempo de pie con tacones altos y que podía realizar perfectamente su trabajo con zapatos planos. Preguntó por qué no exigían algo parecido a los recepcionistas hombres. No le supieron responder, pero se rieron de ella y la enviaron a su casa para que al día siguiente volviera calzando tacones altos. Y, por supuesto, no iba a cobrar ese día.
Nicola Thorp puso en marcha una petición para que el Parlamento británico declare ilegal esa exigencia. En pocas horas logró más de 30.000 firmas de apoyo, entre ellas las de algunas diputadas, lo que obliga al Gobierno británico a responderle con urgencia. Si llega a 100.00 firmas, el Parlamento deberá debatir este asunto y podría adoptar alguna iniciativa.
En España también se ven de vez en cuando anuncios sexistas, machistas y en algunos casos groseros. Siempre inaceptables. Uno de los últimos se publicó hace pocas semanas en el portal digital milanuncios.com.
NO HACE FALTA EXPERIENCIA
En ese anuncio buscaban camareras de barra para locales de copas en Sanxenxo (Pontevedra) con estos requisitos: «Guapa, simpática, trabajadora, don de gentes, buen pecho y mínima experiencia». Ahí queda eso. Tras las denuncias que presentaron varias candidatas, a las que exigían una entrevista por internet en ropa interior, el anuncio desapareció de esa publicación. La policía investiga el caso.
En España existen observatorios que vigilan la publicidad sexista. Cualquier ciudadano puede dirigirse a ellos para denunciar ese tipo de anuncios.
La máxima responsabilidad es de quien utiliza ese tipo de anuncios para contratar a alguien, pero también tiene su parte de responsabilidad la publicación que los difunde. Es necesario adoptar medidas contundentes contra ambas partes, porque la autorregulación no funciona. En esto tampoco.