“La gente nunca es tonta, la gente sabe lo que quiere y sabe lo que se hace; creo que a veces nosotros no hemos sabido explicar lo mucho que se ha hecho, creo que teníamos que haber tenido un poco más de cierta sensibilidad con la gente, con los que más lo necesitan y también patearnos un poquito más la calle. Yo sé que teníamos huelgas todos los días, piquetes mandados por los que gobiernan actualmente en todos los sitios, pero a veces en grandes momentos y momentos difíciles tiene que haber soluciones excepcionales y quizás nos ha faltado un poquito de arrojo en ese sentido”. Pedro Casas, alcalde de Miguel Esteban.
“Hay que mirar dentro del partido y se lo digo a todo el PP, que los problemas del Partido Popular están dentro del Partido Popular, no podemos decir que el PSOE nos ha comido la partida, que Podemos viene apretando, que Ciudadanos nos ha quitado la mayoría en CLM… Porque la hemos perdido nosotros, la imagen del PP en Castilla-La Mancha, en Toledo y en muchos sitios la hemos perdido nosotros… Yo creo que no se ha estado lo cerca que se debe estar”. Jesús Hijosa, alcalde de Villaseca de la Sagra,
“Cuando hemos estado gobernando ha tenido casi una guardia pretoriana que le ha impedido a muchísima gente conocerla… Ahora es consciente. Lo sé porque ella misma, en alguna ocasión, con más alcaldes, hemos hablado de esto y ella nos ha dicho: ¡”Pero es que yo eso no lo sabía!”. Sagrario Gutiérrez, alcaldesa de Guadamur.
Pedro Casas fue el primero que dijo claramente y en voz alta en una entrevista con encastillalamancha.es dónde estaba la sangría de votos del PP en Castilla-La Mancha y las razones de la pérdida del Gobierno que presidía María Dolores de Cospedal, la dirigente más poderosa que jamás tuvo el PP castellano-manchego y la que disfrutó de más bazas para llegar a la meta. Más tarde nos dejó el mismo mensaje Jesús Hijosa. Y hoy, Sagrario Gutiérrez.
Tres alcaldes que no son precisamente antisistema, ni gente crítica o que hable desde el rencor. Son alcaldes reconocidos por sus compañeros de partido, ganan desde hace varias décadas y en sus pueblos les vota hasta el apuntador. Saben lo que hay y como ellos piensa una buena parte de los cuadros medios del PP. El diagnóstico se hacía ya mucho antes de las elecciones, falta contacto con la gente y pisar la calle y sobra guardia pretoriana alrededor de Cospedal. Por resumir.
Todos coinciden en las causas y también en que exculpan a la secretaria general del PP y presidenta de este partido en Castilla-La Mancha.
Pero, ¿es cierto que Cospedal era ajena a la brecha que se abría bajo sus pies y que sería suficientemente grande para desbancarla del poder, pese a ganar las elecciones por la mínima? Personalmente creo que Cospedal sí lo sabía, pero no hizo caso o no comprendió que la dimensión de la fractura entre el PP y la sociedad castellano-manchega acabaría siendo letal.
Creo que lo sabía, porque había gente que se lo decía cuando se podía acercar a ella. El diagnóstico no es nuevo, se viene oyendo al menos desde el ecuador de la legislatura anterior. ¿Quién no ha escuchaba quejas dentro y fuera del PP como que lo de Comunicación era un desastre y los medios vivían otra vez en estado de sitio, que una buena parte de los directores generales eran altivos e ineficaces, que la Junta no resolvía, que los consejeros no querían escuchar a nadie, que no se hacía caso ni a amigos ni a enemigos y que en las reuniones con colectivos o sectores la coletilla era siempre la misma: Os lo enseñamos para que sepáis lo que hay antes de que se apruebe en Consejo de Gobierno, pero no se cambia nada, es lo que hay…”. ¿A que les suenan estas frases?
Los presidentes provinciales del PP lo sabían, porque se lo contaban los alcaldes, los colectivos y los ciudadanos. Desde luego el número 2, Vicente Tirado, lo sabía, porque él sí recibía y escuchaba. ¿No lo contó? ¿No le hicieron caso? ¿No lo contó todo y en lo que contó no le hizo caso Cospedal?
Cuando hablaban los de dentro se les pedía silencio y disciplina, apretar los dientes porque al final todo saldría bien, las encuestas de Génova así lo pronosticaban. Así una y otra vez.
Cuando las quejas eran de fuera se silenciaban por las buenas o por las malas. Normalmente por las malas.
En unos meses, pasadas las nuevas elecciones generales, el PP tendrá congresos y la oportunidad de rectificar errores y como dicen sus caras visibles “volver a ilusionar”.
En la receta también se coincide internamente: “El partido no debe estar en manos de tecnócratas, sino gente con sentido práctico y poder territorial; es decir, gente que sepa ganar elecciones y que tengan la capacidad de empatizar con los alcaldes, con los afiliados, con los movimientos sociales… Gente que esté en la calle, que sea querida por la gente…”. Es de Sagrario Gutiérrez, pero lo firmaría la mayoría del partido.
Cospedal ya no puede decir que no sabe lo que piensa la gente. Por cierto, ¿sigue teniendo guardia pretoriana? ¿Se puede llegar a ella fácilmente ya? ¿Escucha a los colectivos y nombres propios de la región? ¿Se ve con ellos? ¿Tiene agenda de jefa de la oposición…? Mi impresión es que no.