César del Río
Lo de sus señorías es de traca. Algunos se perdieron la votación porque no se esperaron a que se realizara la definitiva, pensando que ya habían votado (fíjense en qué estarían pensando), pusieron pies en polvorosa y dijeron aquello de «ésta es la mía» (vea el video). Y se fueron corriendo en dirección a la estación o al aeropuerto porque de lo contrario no habrían llegado a coger el último tren, que era el de las ocho de la tarde porque había huelga de AVE, y así disfrutar de sus primeras horas de asueto durante el fin de semana de tres días que celebrábamos por la festividad de Todos los Santos.
Unos santos es lo que somos los que les pagamos.
Bien está que cada uno disfrute de sus horas de asueto, como cualquiera de los demás mortales, pero eso se programa de forma adecuada, aunque sólo sea para disimular, y se adelanta la sesión unas horas o, si me apuras, no disimulas nada y convocas 24 horas antes. Miren, los diputados del PP y del PSOE de Castilla-La Mancha fueron mucho más listos y llegaron al acuerdo de celebrar el miércoles 30 el tradicional Pleno de las cuatro de la tarde de no todos los jueves en las Cortes. Y no tuvieron que montar ningún numerito añadido. Que con los que tenemos ya hay suficientes, debieron pensar los nuestros.
En el Congreso de los Diputados hacen lo que realmente les da la gana, que para eso son los que mandan. Y aunque estemos en plena votación sobre la reforma de las pensiones, ese tema que tanto dicen que les importa como bien demostraron saliendo por patas, algunas de sus señorías votaron de pie para no perder ni un segundo y ni siquiera se quedaron a conocer el resultado de la votación. Ja, ja, ja… No me digan que esto no es de traca. Vale que en la práctica no tiene mayor importancia, pero con la que está cayendo desde hace unos años en este país que quienes deciden cómo son nuestras vidas (o al menos eso es lo que ellos creen) tengan prisa por dejar sus privilegiados escaños para marcharse tres días de vacaciones… Que no, que no… Que ellos se lo guisan y ellos se lo comen.
Y así nos va.
Coño, que cuando el presidente del Congreso, Jesús Posada, anunció que se levantaba la sesión apenas habia cuatro diputados sentados en sus escaños, digo yo que serían algunos de los que viven en Madrid, y la mayoría iban echando carreras por los pasillos para ver quién salía antes, cogía primero el taxi para no quedarse sin él y huía de la quema.
Vamos, que no es mentira que algunos creyeron que habían votado de forma definitiva pero no fue así, se fueron sin votar y, lo que es peor, sin dar marcha atrás, porque no regresaron al hemiciclo y decidieron perderse la votación antes que su billete.
Sí, sí… Decidieron perderse la votación antes que su billete. Como suena.
Pero no se preocupen, que más allá de los zapping que hemos visto durante los últimos tres días y de hacer el ridículo internacional no va a pasar nada. Ninguno de los grupos políticos ha pedido perdón por el espectáculo (bueno, ya que pagamos al menos tenemos derecho a pan y circo) y ni siquiera han llamado al orden a quienes estaban celebrando el fin de semana antes incluso de que comenzara el Pleno.
Esto es lo que hay.
cesardelrio@encastillalamancha.es