César del Río
Que estemos todavía debatiendo a estas alturas de la vida cómo debe ser la sucesión real suena a cuento chino, pero con princesas, infantas y todo. Y que cada vez que llega el 6 de diciembre nos acordemos de que la mujer, exclusivamente por serlo, no tiene derecho a «reinar» en España salvo por renuncia o ausencia masculina, es poco menos que un sarcasmo, porque eso significa que llevamos otro año perdido y que en realidad no queremos ni debatirlo. Ni, por lo que veo, solucionarlo, que suena ya a un rancio…
Siendo ella, como es, la «reina» de la casa en todos los sentidos. Luego se nos llenará la boca con eso tan manido de que todos somos iguales, haya ley o no. En definitiva, que bla, bla, bla…
¡Ele el machito español que no quiere dejar de ser ni rey por un día!
Como leen, no he querido ni pronunciar la palabra Constitución, cuyo tocho no nos hemos leído ni ganas tenemos la mayoría de hacerlo, ahora que tenemos cosas más importantes en las que pensar.
PON UN CAMPUS EN MI VIDA, QUE ES LO MÁS COOL
Dicho esto, parece que los rectores universitarios han alzado la voz contra los recortes en España. Que sin duda los hay. Legítimo, por tanto. Pero demos un paso más. En la época del desfase patrio, que lo hubo y mucho sin que casi nadie levantara la voz, salieron campus y, por ende, facultades como les pasa a las setas cuando llueve.
A mansalva. Lo que pasa es que luego hay que distinguir entre las que nos hacen saborear la vida y las que nos asfixian. De las setas, digo. Pues poco menos que pasa lo mismo con las universidades.
Daba igual de lo que fueran, la cuestión era presumir de que teníamos Universidad aunque la fábrica de parados siguiera aumentando. Parecía que cuantos más campus hubiera, más cultos seríamos y mayor bagaje intelectual podríamos luego demostrar. Y puestos ha, pues «tos» intentaron que en sus provincias hubiera uno, que parecía que era lo más cool.
Pero algunos se olvidaron de que eso tenía que pagarse.
Al grito de todo el mundo a la universidad, ésta nos ha salido realmente cara. A ella tendrían que acceder quienes realmente demuestran capacidad y ganas a partes iguales. Con o sin dinero. Porque al estudiante sin recursos que cumpliera esos requisitos habría que subvencionarle desde que saliera de su casa hasta que regresara; y el que tenga posibles que se lo pague.
Selección natural, que se llama. Porque ahí fuera la oferta es muy inferior a la demanda, nos guste o no.
Malos tiempos para las universidades…
MIENTRAS, PAGE EMPIEZA A TOMAR POSICIONES
Madrid o no, quiere ser pieza básica en el PSOE nacional para tejer un PSOE regional a su altura, que ahora no lo tiene. Poco menos que lo que hizo Cospedal antes de ser presidenta. Es la tarea de Page en estos próximos dos años y medio. Pero lean a Mar G. Illán, justo encima, para conocer las claves.
Por cierto, el jueves 13 encastillalamancha.es organiza uno de sus Desayunos Informativos, precisamente con Page. Por supuesto, les informaremos puntualmente de todo lo que diga, porque se prevé sabroso.
¡Y léanse la Constitución, que para eso está!
@CesardelRioPolo
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