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jueves, 21 de noviembre de 2024
POLÉMICA POR LA PROPUESTA DE ESTUDIAR UNA INCAPACIDAD TEMPORAL "FLEXIBLE" - 05 octubre 2024 - Toledo
Agustín Yanel Agustín Yanel

No ha estado nada acertada la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, al proponer la posibilidad de reformar la incapacidad temporal para establecer un modelo más «flexible», de tal manera que una persona de baja médica pueda, voluntariamente, ir incorporándose al trabajo poco a poco antes de recibir el alta. O es un globo sonda que ha querido lanzar para ver cómo reacciona la ciudadanía ante una propuesta que levanta polémica, o se ha equivocado al anunciarlo en público antes de plantearlo en una mesa de diálogo a la patronal y los sindicatos.

Ha aclarado la ministra que habría que estudiar «caso por caso», que hay que abordar este asunto «con total sensibilidad, prudencia y sosiego» y que la salud de la persona trabajadora es lo primero, algo «absolutamente irrenunciable». Claro, no podría ser de otra manera. Pero también ha dicho que lo que se busca con esta medida es «ampliar derechos».


¿Qué derechos va a ampliar una «baja médica flexible»? ¿Ha pensado la ministra en las presiones que podrán ejercer las empresas sobre los trabajadores? «Si ya no te encuentras tan mal, podrías trabajar unos días a la semana», «Si no te reincorporas pronto voy a tener que contratar a otra persona, y si trabaja bien se quedará en tu puesto porque no puedo tener a dos», «Estamos asfixiados y te necesitamos ya, ¿no podría venir unas horas?»

Trabajar con baja médica por miedo al despido

No quiere decir esto que las empresas sean las malas de la película, no. Pero, si tienen la oportunidad de pedir a un trabajador de baja médica que piense en la conveniencia de reincorporarse «voluntariamente» cuando se encuentre mejor de salud, porque le necesitan, las habrá que se lo pidan. Y muchos trabajadores lo harían, pese a no estar recuperados totalmente de su enfermedad, por temor al despido.

Seguro que habrá algunos casos, como ha dicho la ministra, en que una persona en incapacidad temporal por una larga enfermedad pueda desempeñar algunas tareas antes de recibir el alta médica; o alguien con dos trabajos que, en un momento concreto de su convalecencia, pueda realizar uno de ellos y otro no. Pero una norma legal nunca debe ser aprobada para unos casos particulares sino para aplicar a la ciudadanía en general.

Es cierto que hay precedentes de esta práctica en algunos países europeos. Y también hay estudios médicos que en enfermedades de tipo muscular no recomiendan el reposo absoluto sino cierta actividad. Pero, para analizar con seriedad este asunto, lo primero que debería hacer la ministra de Seguridad Social es convocar la mesa de diálogo social que ya está prevista con la patronal y los sindicatos.

La patronal recibe bien la propuesta y los sindicatos con desconfianza

Lanzar una propuesta de este tipo sin hablarlo antes con quienes, en su caso, deberán debatirla y negociarla, lo único que hace es provocar polémica. Y así ha ocurrido: la patronal y distintos medios de comunicación han recibido bien la idea, mientras los sindicatos, sorprendidos porque no les han informado antes en la mesa de diálogo a la que deben ser convocados, han mostrado recelos y desconfianza.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, también se opone con rotundidad: «Sólo hay una razón detrás de la incapacidad temporal: proteger la salud de las personas trabajadoras. No hay más opciones ni más razones. Ni flexibilidad ni parcialidad, con la salud no se juega», ha dicho.

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