Los resultados de las elecciones generales en Castilla-La Mancha no han sido diferentes a lo ocurrido en España en la noche del 28 de abril. El PSOE ha ganado y sumado casi un tercio de los votos emitidos en esta comunidad autónoma y ha roto la inercia histórica por la que no vencía en una convocatoria electoral nacional desde 1993. De paso, esta comunidad autónoma da a Pedro Sánchez el tercer mejor resultado del 28-A.
Igual que en el conjunto del país, también ha habido batacazo del Partido Popular, que ha retrocedido 20 puntos y cerca de 200.000 votos, además de perder la mitad de sus escaños, ya que pasa de 12 a 6, solo dos más que Ciudadanos, partido que se ha situado muy cerca de los «populares» y, en algunas ciudades tan importantes como Albacete, la más habitada de Castilla-La Mancha, los han superado.
Vox, a 2 puntos de Ciudadanos y 7 del PP
Ciudadanos fue también en CLM el ganador de la noche junto con el PSOE. El partido de Albert Rivera no tenía ningún escaño y se lleva cuatro, el doble que Vox, que llega con bastante fuerza si se tiene en cuenta que se ha quedado a poco más de 7 puntos del PP y apenas 2 de Ciudadanos.
Una extrapolación directa de los resultados del 28 de abril a las autonómicas del 26 de mayo daría una clara mayoría absoluta al bloque formado por los tres partidos de la derecha: PP, Ciudadanos y Vox. Si es que esa triple alianza funciona tal cual en Castilla-La Mancha. El PSOE vencería con contundencia en las autonómicas, pero Emiliano García-Page podría quedarse sin opciones de pactar con Podemos, que corre el riesgo de desaparecer del parlamento autonómico.
El PSOE sube en autonómicas y el PP baja, el histórico electoral en CLM
El histórico electoral de Castilla-La Mancha refleja una ocasión tras otra que los socialistas tienen siempre mejores resultados en autonómicas y municipales que en las generales y europeas. Por el contrario, el PP los empeora. El análisis pormenorizado de las zonas en las que Vox ha obtenido más votos es una preocupación extra para el PP, ya que afectan a importantes graneros «populares».
Podría decirse lo mismo de las municipales. En Toledo el PSOE no ganaba unas generales desde 1982. Debía parecerles mentira a los interventores y apoderados socialistas que asistían al recuento ver cómo la inercia histórica por la que el PP arrasaba en la ciudad se diluía y los «populares» de Pablo Casado se quedaban casi en la mitad de lo que fueron hace tres años. En Albacete el PSOE superaba a Ciudadanos… El relato de los datos era un parte de guerra con cuantiosas bajas para Paco Núñez.
Tengo claro que nada está escrito para el 26 de mayo, pero también que la situación de partida empeora notablemente para el PP. Las inercias nacionales tienen correctores propios, tanto con respecto a los partidos como en los liderazgos. En ambos casos, las expectativas empeoran para el PP, cuyo mejor aliado puede ser la ley electoral autonómica si Podemos se queda fuera.
[ze_summary text=»El PSOE no ganaba las generales en Toledo desde 1982 y desde 1993 en Castilla-La Mancha»]El PSOE no ganaba las generales en Toledo desde 1982 y desde 1993 en Castilla-La Mancha[/ze_summary]
Falta saber qué decisión tomará Ciudadanos si es el árbitro en Castilla-La Mancha y en la mayoría de los ayuntamientos importantes. Antes del batacazo del PP los portavoces de Albert Rivera se habían ocupado de dejar claro que el cordón sanitario al PSOE era solo para Pedro Sánchez, pero ahora que el partido naranja ve al alcance de su mano superar al PP en varios lugares y ser segundo, seguro que se replantean esta cuestión. Cómo, dónde y cuando, son las incógnitas.
Y, por supuesto, está lo que digan y hagan posible o imposible las matemáticas, más allá de los escenarios que cada uno tenga como favoritos.
En fin, que se ha despejado la incógnita en España y, aunque todo sigue abierto para las autonómicas y municipales en Castilla-La Mancha, es fácil imaginar que la campaña para los candidatos del PP va a ser especialmente difícil. Derrotados en las plazas más importantes en una convocatoria que les era proclive desde 1996, les va a resultar muy complicado trasmitir ilusión y esperanza en la próxima campaña.