Mar G. Illán
Amenazas de muerte, agresiones, engaños, robo, mentiras… El trasvase Tajo-Segura no solo es una injusticia histórica y una aberración medioambiental, si no una auténtica trama que esconde intereses ilegítimos y fraudulentos defendidos de manera mafiosa.
No son datos nuevos, las plataformas castellano-manchegas en defensa del Tajo y los colectivos ribereños que han trabajado a pie de obra y contra viento y marea nos los han ido contando y denunciando año tras año desde hace décadas, pero el informe que Greenpeace ha hecho público en Toledo ha supuesto un altavoz definitivo y letal para la credibilidad de los trasvasistas.
Vamos, que a estas altura y por mucho que se empeñen lo del trasvase Tajo-Segura no hay por dónde cogerlo.
La verdad oculta sobre el trasvase del Tajo
“La trama del agua en el cuenca del Segura diez años después” es un informe riguroso y laborioso que demuestra con datos y testimonios la verdad que ocultan en el Levante español y que ha contado con la complicidad de los sucesivos Gobiernos de España con todos los partidos que los han ostentado.
Incluso hoy, que además de los informes, los hechos no dejan lugar a dudas porque no hay más agua que trasvasar y no la habrá en mucho tiempo, el Gobierno de España sigue apostando por la trama en vez de por lo racional, lo sostenible y lo justo.
La trama del agua. Ni más ni menos. Recuerden que trama es literalmente «artificio, dolo, confabulación con la que se perjudica a alguien». Eso ha sido el trasvase y la gestión del agua en la cuenca del Segura. Una trama que no solo apuesta pos esquilmar recursos que Castilla-La Mancha necesita y para los que no tiene alternativa -mientras que en Murcia sí la hay-, si no que Greenpeace ha demostrado que ese agua ni siquiera se reparte justamente en tierras murcianas.
Una mezcla de rabia y terror se apodera de ti cuando vas repasando uno tras otro los datos o escuchando las denuncias de los pequeños agricultores a los que literalmente se corta el grifo o, también textualmente, se les pone una pistola en la sien para que callen. Pero el agua esquilmado no falta en grandes plantaciones, urbanizaciones o campos de golf. Los testimonios aportados por Greenpeace, junto a los datos incontestables del informe, exigen que se deje de mirar para otro lado y se tomen cuanto antes medidas definitivas.
Un agua obtenido y distribuido injustamente. Así es el trasvase Tajo-Segura.
Poco agua y mucho fango en Entrepeñas y Buendía
Aunque el ciclo de sequía finalice y las reservas vuelvan a permitir trasvases legales sobre el papel, pero “ilegales” a la vista de cualquier otro parámetro, no es de recibo que se prolongue una infraestructura que no es sostenible para España, no cumple las directivas europeas y además, no es necesaria para Murcia, porque esta región dispone de recursos suficientes para su abastecimiento, con aguas subterráneas, además del mar.
El trasvase ni es necesario ni lo ha sido nunca para abastecer a Murcia, asegura Greenpeace.
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Como ha contado David Romero en encastillalamancha.es, los datos no mienten. Estamos en el tercer peor agosto de la historia del trasvase, camino de ser el segundo, con los pantanos apenas por encima del 10 por 100 de su capacidad de reserva de agua. Quizás el 5 o el 6 real si quitamos el fango del fondo de Entrepeñas y Buendía. «Solo queda un 9 por 100 de agua, porque el resto es fango», dijo el 29 de junio en las Cortes el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, cuando los pantanos aún estaban al 13,5 de su capacidad. ¿Cuánto agua queda ahora que están por debajo del 11?
El mar de Castilla convertido en fango mientras en Murcia se han plantado 60.000 hectáreas de regadío ilegal solo en los 10 últimos años y hay 100.000 hectómetros desaprovechados, los de los acuíferos de la cuenca del Segura, de los que entre 500 y 800 se van directamente al mar, de acuerdo con las conclusiones de Greenpeace. Esa cifra cuadruplica los 150 hectómetros trasvasados este año y supera claramente los 363 que ha habido de media cada año desde 1984.
«Sofisticados mecanismos de expolio», dice Greenpeace en una trama del agua que va a peor: extracciones de agua ilegales en acuíferos, balsas de agua no declaradas y un sin fin de despropósitos más que hay en este negocio “oculto” del agua.
Lo reconozcan o no el trasvase ya no da más. Eso lo saben todos en Murcia, Valencia y Madrid. Ahora, la lucha tiene que ser empezar a recuperar el Tajo. España nos lo debe.