Ha pasado solo un año desde el anterior debate del Estado de la Región en Castilla-La Mancha y ya nada es lo que era. Lo sucedido en doce meses daría para más de una legislatura. Y tal y como van las cosas, quizás en este debate se hable más de Cataluña que de esta comunidad autónoma durante las dos sesiones previstas: 18 y 19 de octubre.
«No voy a ser presidente a cualquier precio»
Hagamos memoria. En 2016, el debate del Estado de la Región se celebró en medio del caos del PSOE y del bloqueo institucional en la región. No en vano, uno de los titulares más repetidos de aquella cita fueron estas palabras del presidente de la Junta: “No voy a ser presidente a cualquier precio”.
También que: Pese a todo, “tengan claro que tengo voluntad de acabar la legislatura y de cumplir, si me dejan, al 100 o al 120 por 100 mi programa”. Lo dijo Emiliano García-Page en la sesión de apertura del debate y hoy, aquello parece de otra época, probablemente la más difícil políticamente para el presidente de Castilla-La Mancha, que es a quien se examina en el debate. Porque aunque se llame Estado de la Región, es a su líder a quien se mide: gestión, fortalezas, debilidades, promesas, incumplimientos, carisma y capacidad para tirar del carro.
Aunque el debate se llame del aunque se llame Estado de la Región, se examina al presidente: liderazgo, gestión, fortalezas, debilidades, promesas, incumplimientos…[/ze_summary]
En ese sentido, Page se enfrenta a este debate en mejores condiciones. Cuando tuvo lugar el de 2016, hacía menos de una semana del Comité Federal del PSOE que había dejado a Pedro Sánchez fuera de la Secretaría General y el Partido Socialista empezaba un tortuoso camino cuyo final nadie pensaba que sería el que fue. Y es que Pedro Sánchez recuperó el cargo solo 8 meses después y por la puerta grande al ganar las primarias ni más ni menos que a Susana Díaz.
2016, el debate del estado del pacto
El debate llegó poco más de una semana después de que Podemos, por sorpresa y sin previo aviso a su socio, rompiera el pacto con el PSOE y se abriera un largo período de incertidumbre que ha durado casi un año. Justo hasta que José García Molina ha entrado en el Ejecutivo como vicepresidente primero y se han aprobado, 8 meses tarde ni más ni menos, los Presupuestos de 2017 y se ultiman los del 18 para mandarlos a las Cortes.
Hace un año el referéndum independentista de Cataluña aún parecía una quimera más o menos evitable y la aplicación del más famoso artículo de la Constitución, el 155, una bravuconada que nunca llegaría a ponerse sobre la mesa.
En octubre de 2016 la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal, ya era diputada y se había marchado de las Cortes como jefa de la oposición, pero aún no era ministra de Defensa. Aunque ya se veía que sin Cospedal presente en la región y en la Cámara, el PP estaba decidido a dar más ruido que nueces.