Todavía me pregunto si el libro que le pusieron, o se puso, Page en la cabeza para que le fotografiaran en la contraportada de El País del domingo 8 y le viera toda España era una forma de agradar a los miles de lectores que seguro que se iban a fijar en ese al que llaman el posible, pero poco probable porque él mismo se ha desmarcado tanto por aquí como por allí, líder de la tercera vía socialista que debería desbancar tanto al representante del tardofelipismo como a Zapatero con peluca (estas dos últimas expresiones se las arrebato, solo por un rato, a Carlos Herrera); o por contra es que tiene un significado que aún no he alcanzado a entender. Y como no he encontrado explicación razonable pues me quedo a la espera de que alguien me lo explique y la próxima semana o venideras se lo resuma yo a ustedes.
Aunque me temo que para muchos (empieza el período en el que las hienas salen a por la mejor carnaza) ahora sus méritos no contarán todo lo que debieran y será; al menos por unas semanas, que son las importantes para el futuro del PSOE nacional; el alcalde que salió en El País con un libro sobre la cabeza y… Que cada uno piense lo que quiera. En apenas 24 horas no hubo nadie que me comentara el contenido de la entrevista y sí la foto de marras. Y no salía bien parado el alcalde de Toledo, no…
Y de un libro a otro.
«El olvido que seremos», del colombiano Héctor Abad Faciolince. Si leen la entrevista en este mismo periódico digital que Mar G. Illán le ha hecho al nuevo coordinador nacional de la campaña de Carme/n Chacón, Máximo Díaz-Cano (a la sazón todavía delegado del Gobierno de Mariano Rajoy en funciones, tiene guasa también la cosa), la directora de encastillalamancha.es y de ECOS le pregunta si le ha recomendado algún libro a la «catalanaahoraparecequeandaluza» y éste responde que le ha regalado el citado ejemplar. Que precisamente será el próximo que se lea Chacón si nos atenemos a lo que decía Azpiolea también el El País.
«El olvido que seremos», ahora mismo en las manos de Carme/n, da mucho juego. Porque estas líneas que titulan, sacadas de un poema de Jorge Luis Borges, hacen una reflexión y una denuncia sobre la represión, las injusticias y los desmanes en una Colombia que no ha parado de desangrarse minuto a minuto. Ahí es nada. Ése es el trasunto del libro, que Faciolince resume en la vida y muerte de su padre a manos de los paramilitares.
Injusticias y desmanes… Me quito de enmedio la represión, que es un término mayor.
¿Les suenan esas palabras?
«El olvido que seremos». Y lo que no queremos olvidar en Castilla-La Mancha. Y lo que no estamos dispuestos a olvidar.
Por cierto, ¿cómo le habrá sentado a Barreda la entrada por la puerta grande de Díaz-Cano, a quien prácticamente retiró de la política activa, a la vera de su venerada Chacón? Hubo tiempos mejores, habrá pensado. Ahora que prácticamente su gobernabilidad le va a empezar a pasar factura y día a día verá y comprobará que, efectivamente, al final muchos caen en el olvido.
En el olvido que seremos.
¿Les suenan esas palabras?