Que se viera venir no ha evitado el efecto del varapalo, que ha sido aún mayor de lo que se temía en los peores pronósticos. Las encuestas, todas, se han quedado lejos de medir el inmenso castigo que los españoles, y los castellano-manchegos, en menor medida, han dado a los dos grandes partidos, Partido Popular y Partido Socialista. Y aunque los sondeos avanzaron la irrupción con fuerza de los minoritarios, no llegaron a dibujar el escenario que ayer quedó reflejado cuando se acabó el recuento en España.
En Castilla-La Mancha los ciudadanos también han castigado a PP y PSOE en las elecciones europeas que se celebraron el domingo 25 de mayo negándoles una parte importante de los votos que les concedieron en 2009. Entre los dos han perdido un cuarto de millón de papeletas y su apoyo se queda muy lejos del que han sumado tradicionalmente convocatoria tras convocatoria, ya fuera europea, nacional, autonómica o municipal.
El PSOE no llega ni al 30 por 100. El mismo partido que en alguna elección regional consiguió casi el 60. Impresionante. El PP baja del 40 y pierde 140.000 votos en un solo viaje, el realizado desde las europeas de 2009 hasta la fecha.
Y es que en una región rabiosamente bipartidista ambas formaciones no han sumado ni el 70 por 100 de los votos, cuando normalmente son el 90. Quizás obtener el 66,5 cuando en España no han llegado al 50 les parecerá a los dirigentes de ambos partidos de CLM un consuelo. Pero probablemente no lo es, porque el efecto que en los partidos minoritarios pueden tener en un año los resultados que obtuvieron ayer y los fondos que les van a entrar para hacer política en mejores condiciones no se puede medir. Además, ahora tienen espacio garantizado en la prensa.
Y aunque salvaran el escollo autonómico, el panorama que se aventura para las municipales de 2015 si hacemos una mínima extrapolación de los resultados del domingo es abismal. Ayuntamientos que siempre han tenido dos o tres partidos podrían pasar a cinco formaciones y mayorías muy complicadas.
Si la tendencia avanza rápido, ¿quién sabe de qué estamos hablando en 2015?
Como decía, la ley electoral que viene en CLM amputa las posibilidades de los pequeños de obtener escaños. Por lo tanto, el próximo parlamento regional apunta al bipartidismo nuevamente, pero ¿quién firma eso hoy con rotundidad si se da el escenario más pesimista para los grandes? Hace apenas unas horas nadie adivinaba con exactitud lo que ha pasado en España. ¿Quién puede dibujar el mapa dentro de 12 meses sin temor a equivocarse?
PP y PSOE se han llevado un serio revés al perder entre los dos más de 280.000 votos con respecto a las elecciones europeas de 2009. Y ninguno de ellos puede hacer una lectura complaciente, por más que el PP diga que se han bendecido las políticas de María Dolores de Cospedal o el PSOE busque consuelo en eso de ser la región donde más se ha recortado al máximo rival.
Ya hemos explicado que el PSOE no ha llegado ni al 30 por 100 de los votos en una región donde consiguió rozar el 60. Pero si medimos la distancia que suele haber entre el voto europeo y el autonómico que el PP saca en CLM, es también para que los «populares» tomen nota y saquen conclusiones. En 2009 ganaron las europeas con 12 puntos de ventaja, que quedaron en menos de 5 en las autonómicas. Si ahora están a 9 del PSOE… No es para estar tranquilos.
En cualquier caso, diga lo que diga la extrapolación de los datos del 25 de mayo a un posible escenario regional y municipal en 2015, hay una cosa clara que no admite discusión, el severo castigo a ambos partidos, el hastío de una buena parte de la población con las fórmulas tradicionales y su disposición a arriesgar con lo desconocido.
En cuanto a esto, irrumpe también con fuerza en Castilla-La Mancha Podemos, el partido de Pablo Iglesias que ha ridiculizado a los fabricantes de sondeos. Esta formación es la tercera fuerza política en dos capitales, Albacete y Cuenca, y en Toledo se queda muy cerca de IU que, no obstante, se consolida como tercera opción para los castellano-manchegos, por delante de UPyD que, también aquí, sigue creciendo.
Las primeras lecturas en público fueron para amortiguar el golpe. Pero el ambiente de las sedes no engaña. PP y PSOE han acusado el revés también en CLM. ¿Tomarán las medidas adecuadas?