No hacía falta que lo dijeran, porque la ciudadanía lo vive a diario, pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha venido a recordar algo que muchos denuncian desde hace tiempo pero que el Gobierno niega: en España, la crisis económica ha hecho que los ricos mantengan su nivel de vida e incluso sean más ricos y los pobres sean más pobres, con lo que es el país de Europa en el que más ha aumentado la brecha existente entre los que poseen demasiado y los que no tienen nada o muy poco.
De vez en cuando, algún organismo internacional pone a España frente al espejo de su realidad y se olvida de la que dibuja el Gobierno de Mariano Rajoy, con frecuencia poco parecida a la que soporta la mayoría de los ciudadanos. La semana pasada lo hizo el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando dijo que éste es el país de la Unión Europea en el que más se ha agrandado esa brecha entre ricos y pobres.
UN INFORME MUY CRÍTICO
Esta semana ha sido la OCDE -una organización integrada por los 34 países más ricos del mundo y nada sospechosa de ser enemiga del Gobierno del PP o de su ideología- la que ha presentado un informe muy crítico con la situación de España.
Entre otras cosas, la OCDE dice que en los primeros años de la crisis (2007-2010), el 10 por 100 de los españoles más ricos solo vieron reducidos sus ingresos en un 1 por 100 mientras para el 10 por 100 más pobre cayeron casi el 14 por 100, la mayor pérdida en la Unión Europea; que, aunque el desempleo es aquí 2,5 veces superior a la media europea, España se gasta en prestaciones para los parados muy poco más de esa media, lo que supone un nivel muy bajo de protección al desempleo; que la pobreza ha aumentado sobre todo entre los jóvenes de 18 a 25 años…
En otras ocasiones, la OCDE se ha limitado a describir la situación que vive cada país y sus causas. Esta vez ha dado un paso más y, en su informe, hace unas recomendaciones al Gobierno español para que las ponga en práctica cuanto antes. Una de ellas: que actúe con «prioridad absoluta» en dar ayuda a los grupos más desfavorecidos», fortaleciendo las prestaciones a los parados de larga duración y las familias de trabajadores pobres.
PP Y PSOE, A LA GREÑA
Una situación como la que describe ese informe debería llevar a los dos grandes partidos, PP y PSOE, a buscar un pacto por el empleo, como también lo tendrían que buscar sobre la inmigración para evitar llegadas masivas incontroladas, con seres humanos que se ahogan o resultan heridos cuando huyen de sus países porque no quieren morir de hambre.
Pero las elecciones al Parlamento Europeo están a la vuelta de la esquina, a sólo dos meses, y ya se sabe que si los pactos políticos son difíciles en cualquier momento, en precampaña electoral son imposibles.
Una muestra de esa dificultad se ha vivido en el Pleno del Congreso de los Diputados el 19 de marzo. La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, preguntó al Gobierno por las medidas concretas que va a poner en marcha para ayudar a más de 600.000 familias que no perciben ningún ingreso. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se limitó a responder que en la etapa de Zapatero ya había 578.000 familias en esa situación, que el Gobierno del PP ha puesto en marcha diversas medidas e incluso que la gran brecha de desigualdad entre ricos y pobres que denuncian el FMI y la OCDE se produjo sobre todo en la pasada legislatura, con el Gobierno socialista. Ya se sabe: «Y tú más».
Quizá la vicepresidenta no ha caído en la cuenta de que a esas 600.000 familias y a los casi seis millones de parados les importa un bledo que la responsabilidad de su situación sea atribuible más al PSOE que al PP o más a este partido que al anterior. Lo único que les importa es que ambos, con el apoyo de las demás fuerzas políticas, busquen soluciones al grave problema social del paro en vez de dedicarse a tirarse los trastos a la cabeza y buscar la frase más ingeniosa para que los medios de comunicación la recojan como titular. Pero, como estamos en precampaña electoral, para lograr ese o cualquier otro pacto se necesitaría casi un milagro.