domingo, 24 de noviembre de 2024
14/08/2014junio 9th, 2017
César del Río César del Río

Lo triste de lo que ha sucedido con el virus del Ébola es ver cómo el mundo occidental no ha reaccionado hasta que algunos de sus hombres de gran corazón (dos médicos norteamericanos y un misionero español, de La Iglesuela, en Toledo, para más señas) no se contagiaron y vieron cómo sus vidas corrían más que serio peligro. Porque para ese mundo occidental, hasta ese momento, el Ébola era, efectivamente, esa enfermedad a la que pusieron nombre de río y una más de las que campan a sus anchas por los países de ultramundo, donde la vida vale menos que la propia muerte y de los que solo escuchamos informaciones en las noticias cuando precisamente se trata de hablar de hambre. Hambruna, mejor dicho, o escasez generalizada de alimentos día tras día, mes tras mes, año tras año…

De hambre y de muerte.


Esa es la pura realidad. Porque hasta ese momento, por ejemplo, el padre Miguel Pajares se había desgañitado pidiendo algo que pudiera curar a quienes no tienen, joder qué pena, ni dónde caerse muertos. Hospitales, que así se llaman porque de alguna forma hay que denominarlos, que se caen a trozos y falta escandalosa de cualquier medicina que pueda atender el más mínimo resfriado. Pues imaginen cuando es algo serio. Y el Ébola lo es. Ahora nos damos realmente cuenta de cuán peligroso es. Efectivamente.

Hace apenas unos días encastillalamancha.es se acercó, como multitud de medios de comunicación, a La Iglesuela, en el corazón de la Sierra de San Vicente. Y uno de los amigos de Miguel, Abdón García, nos dijo esta frase a la que no paro de darle vueltas: «Mi amigo Miguel me decía que allí había una enfermedad muy rara que el que la coge se muere. Me lo contaba hace un año y pico… Y mira». La cogió. Hablaba del Ébola, claro.

Ahora Miguel, un año y pico después, se debate entre la vida y la muerte por esa enfermedad tan rara que ha cogido al resto del mundo absolutamente en pañales. Cuando el Ébola, en África, iba haciendo «amigos» hace «un año y pico».

Y ahora también, con inusitada rapidez, anuncian que a partir de septiembre se comenzará a poner el marcha el dispositivo que hará posible que la vacuna contra esa enfermedad «muy rara» esté disponible para utilizar en 2015.

Han tenido que contagiarse dos norteamericanos y un español para que nos demos cuenta…

Así funciona esto.

@CesardelRioPolo

cesardelrio@encastillalamancha.es

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