Una vergüenza nacional.
Esta semana hemos conocido unos datos que son estremecedores: en Entrepeñas y Buendía, embalses de cabecera del río Tajo, sólo queda el 9 por 100 de agua. El resto es, simple y llanamente, fango. Sí, por si piensan que lo han leído mal, no es así: han esquilmado y arruinado el que probablemente sea el mayor recurso natural que tenemos en Castilla-La Mancha en materia hídrica. Y aquí va otro dato más: el Tajo ha perdido el 61 por 100 de su biodiversidad avícola.
Porque si no hay agua (o la que surca el cauce es putrefacta, maloliente y más propia de países sin recursos) no hay peces. Y sin peces que comer las aves se van, le abandonan a su suerte, que no es otra que la desaparición. Eso han hecho 6 de cada 10 aves. Seguro que las otras se lo están pensando y si no se van mañana lo harán pasado. Porque todo lo que huele a Tajo sabe a «muerte». De una crónica anunciada, por cierto.
Una vergüenza nacional, sobran las palabras
Luego quienes en esta tierra apoyan en silencio los trasvases y no han levantado jamás la voz contra ellos por no enfrentarse con su partido a nivel nacional, pero sobre todos quienes los deciden, aprueban y ejecutan, se preguntarán qué es lo que ha pasado. Cuando hay colectivos y personas individuales, expertos en estos asuntos muchos de ellos, que desde hace años han avisado de lo que va a pasar.
Solo en lo que llevamos de legislatura, dos años, apenas 24 meses, se han perpetrado 22 trasvases del Tajo al Segura. Cerca de 400 hectómetros cúbicos. Más del agua que hay en estos momentos en Entrepeñas y Buendía. Ya sé que para llorar, pero se ha consentido una y otra vez. Por cierto, que el Gobierno regional los ha recurrido todos. ¿Pero de qué va a servir si para cuando la Justicia decida nadie va a restituir el agua trasvasada? Son las ironías del sistema judicial español. Se trasvasa y aunque recurras, se trasvasa. Porque sí. Luego, si tienes razón, pues te tragas el trasvase porque el agua nadie te lo va a devolver.
De cachondeo, vamos.
Y no acaba ahí la cosa, que estamos en plena época de sequía.
El último dato lo publicábamos el sábado 1: «Entrepañas y Buendía, a punto de desaparecer del mapa». Como el mar de Aral. Fíjense en la fotografía de un satélite de la NASA y verán. Bueno, primero verán, luego se estremecerán y más tarde… En solo un año la mancha de agua ha pasado de ser poca a ridícula.
Una vergüenza nacional.
@CesardelRioPolo
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