Sensibilización, prevención y concienciación. No necesariamente por ese orden, sino más bien al mismo tiempo. Son las tareas claves para acabar con el machismo y su peor consecuencia, la violencia de género; es decir el maltrato a las mujeres hasta su más grave desenlace, el asesinato. Por las que están, las que no están, las que peligran, es necesario actuar.

El 25N en Toledo fueron necesarios 200 metros de cuerda para colocar los más de 900 banderines que representaban a cada una de las mujeres asesinadas por sus parejas solo en lo que va de esta década. Era la marcha convocada por la Plataforma 8M.

Sensibilización de la sociedad para que todo el mundo identifique el problema como tal y le dé la importancia que tiene. Porque hay millones de mujeres que peligran.

Prevención para evitar que mientras la sensibilización y la concienciación se expanden a toda la sociedad, las leyes y las medidas funcionan y eviten más víctimas.

Educación y presupuesto, las únicas vías

Sensibilización, prevención y concienciación son, en definitiva educación, y presupuesto, las dos armas más poderosas para dejar la violencia de género en un mal recuerdo.

Son los pilares de la Ley por una Sociedad Libre de Violencia de Género, que el 4 de octubre se aprobó por unanimidad en las Cortes de Castilla-La Mancha y convirtió a esta comunidad autónoma en una avanzadilla legislativa, lo que representa que lo es también en sensibilidad y voluntad de concienciación y prevención.

En Castilla-La Mancha se impartirá una asignatura obligatoria en Primaria y Secundaria con contenidos relativos a la igualdad, educación afectivo-sexual y prevención de la violencia de género. No habrá unanimidad sobre los contenidos ni todos los profesores la explicarán igual, pero solo incluirla entre las enseñanzas de nuestros niños y jóvenes es ya un gran avance, el único seguro para hacer irreversible el camino hacia la erradicación del machismo y su consecuencia más grave, la violencia de género.

Más de 5.000 denuncias por violencia de género

Los datos de no dejan lugar a dudas sobre la realidad de que muchas mujeres que peligran. Es un gravísimo problema de nuestra sociedad. Comparto algunas cifras.

Según datos recientes del Informe de la Ley de Prevención de Malos Tratos y Protección, en 2017 en Castilla-La Mancha se presentaron 5.103 denuncias vinculadas a la violencia de género y se dictaron 1.192 órdenes de protección de las 1.593 solicitadas.

En el télefono gratuito del Instituto de la Mujer en Castilla-La Mancha, 900100 114, se recibieron el pasado año 6.347 llamadas por este tema, bien directamente por la víctima o bien por profesionales o personas de su entorno.

El 20 por 100 de las consultas 97.701 atendidas en los centros de la mujer en 2017 estaban relacionadas con la violencia de género.

Entre enero y septiembre de 2018 en Castilla-La Mancha se han registrado 381 delitos contra la libertad e indemnidad sexual, un 33 por 100 más que en el mismo periodo de 2017.

Según el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior, Toledo fue la provincia de la región con más delitos de esta naturaleza, 134 (un 21,8 por 100 más que el año anterior); seguida de Albacete, con 84 (un 90,9 por 100 más); Ciudad Real, con 71 (un 26,8 por 100 más); Guadalajara, con 56 (un 36,6 por 100 más); y, por último, Cuenca, con 36 (un 5,9 por 100 más).

Cosa de tod@s

Es importante que todos nos impliquemos. No solo las instituciones. Desde luego las mujeres, pero también los hombres. Es importante que los machistas no solo no sean aplaudidos o disculpados por otros varones, sino que sean reprendidos y marginados por ellos.

Y, por supuesto, si nadie duda en llamar a la Policía o la Guardia Civil cuando ve o sospecha que están robando en una vivienda o en un bar o comercio al lado de su casa, ¿por qué no se hace lo mismo ante la certeza o la duda de un caso de violencia machista?

“Por las que están, las que no están, las que peligran…” Seguiremos informando.