Las 88.000 muertes y más de cinco millones de contagios que ha ocasionado la Covid-19 en España, en los últimos 20 meses, no son suficientes para convencer a algunas personas de que vacunarse es el remedio más eficaz para combatir la pandemia, junto a las conocidas medidas de prevención: mascarilla, distancia social, lavado de manos y ventilación. Pero muchas de esas personas han decidido últimamente recibir el pinchazo para poder viajar, cenar en un restaurante o ir al gimnasio. Paradojas de la condición humana: el ocio y la diversión tienen más fuerza que el temor a enfermar.
Ante el aumento de muertes y contagios en Italia, las autoridades de ese país decidieron en noviembre adoptar medidas más severas: para trabajar o entrar en lugares de ocio es necesario un certificado sanitario, en el que conste que quien lo lleva se ha vacunado o ha superado la enfermedad y está curado; y la vacuna es forzosa para sanitarios, trabajadores de residencias de ancianos, el profesorado, fuerzas de seguridad y personal administrativo de esos sectores. En la primera semana de vigencia de estas medidas, los servicios sanitarios inyectaron 1.802.562 dosis de vacunas, un 40% más que en la semana anterior.
Cerveza y donuts gratis en EEUU para animar a la vacunación
En el mes de junio, en Estados Unidos anunciaron distintos incentivos para animar a la ciudadanía a vacunarse: una ronda de cerveza gratis para mayores de 21 años, regalo de donuts, entradas deportivas, vacaciones pagadas… Resultado: también aumentó el número de personas que acudieron a vacunarse.
En España, aunque es el país del mundo con más porcentaje de población vacunada -89,4% con la pauta completa- los contagios han aumentado en las últimas semanas, lo que ha llevado a los gobiernos de nueve comunidades autónomas a adoptar el llamado pasaporte Covid-19 para poder entrar en locales de ocio, cafeterías y restaurantes, gimnasios…, entre otras restricciones.
El temor a contagiarse no ha influido en quienes se negaban a vacunarse, pero la posibilidad de no poder practicar diversas actividades de ocio sí les ha hecho cambiar de idea. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, en la primera semana de exigencia del pasaporte Covid-19 aumentaron un 13% las personas vacunadas. Incluso en la Comunidad de Madrid -cuyo Gobierno no ha adoptado ninguna medida especial, a pesar de las concentraciones masivas de personas por el puente de la Constitución- se ha registrado un incremento en las vacunas.
Habrá quien diga, y con razón, que no importa si alguien se vacuna porque lo recomiendan las autoridades sanitarias, por miedo a contagiarse o porque quiere disfrutar actividades de ocio; lo importante es que se vacune. Así es. Pero sorprende que, en contra de todas las evidencias científicas sobre los beneficios de la vacuna, todavía hay quienes no se vacunan por indicación médica sino para poder celebrar una cena de amigos o entrar en una discoteca. Bienvenidos sean.