La renuncia de Joe Biden a presentarse a la reelección a la Presidencia de Estados Unidos devuelve al sector agroalimentario de nuestro país y de regiones como Castilla-La mancha a una escenario inquietante por la posibilidad de que Donald Trump -con las encuestas a su favor- alcance de nuevo la Casa Blanca. Ya veremos qué ocurre en noviembre, pero hay que tener presente que durante el mandato de Joe Biden tampoco se ha resuelto el conflicto de los aranceles, solamente han estado en suspenso después de que hace tres años firmara con la Unión Europea un marco de negociación para relanzar las relaciones transatlánticas, dejar esos aranceles desactivados y darse un tiempo de cinco años para buscar una salida global a este problema y a otros que Estados Unidos venían reclamando a la Unión Europea.
Si volviera Donald Trump, ¿qué ocurriría?
La posibilidad de que vuelva una política proteccionista, que siempre tiene más limitaciones para el crecimiento de los mercados internacionales, como hemos visto con nuestras empresas en estos años.
Pero ese es solamente un frente; se abre otro con China, el conflicto del coche eléctrico y la posibilidad de que el sector agroalimentario sea de nuevo una moneda de cambio en esas tensiones. De momento, el sector del porcino está bajo una investigación antidumping por supuestas prácticas anticompetitivas, que lleva a las asociaciones ganaderas a enviar toda la documentación que les reclama el Ministerio de Comercio chino para despejar las dudas. Ese conflicto está ahí y no sabemos todavía qué derivadas puede tener y si afectará a otros sectores agroalimentarios, siendo el gigante asiático uno de los mercados ya estratégicos de crecimiento de nuestras empresas y cooperativas.
No sabemos todavía qué derivadas puede tener el frente con China y si afectará a otros sectores agroalimentarios
Tenemos ese frente y en este contexto geopolítico hay que mirar también a Rusia. El veto que aplicó hace 10 años Vladimir Putin ha dejado en fuera de juego al sector agroalimentario en el mercado ruso, por las sanciones que impuso la UE cuando Rusia invadió la Península de Crimea; por cierto, el origen del actual guerra en Ucrania. Pero ese mercado el sector lo da prácticamente por perdido y por eso buscó alternativas como China, especialmente el sector porcino.
La Unión Europea ha despertado el interés proteccionista
Todo esto ocurre cuando dentro de la Unión Europea se ha despertado también el interés proteccionista hacia la alimentación. Lo hemos visto con las tractoradas de miles de agricultores en distintos países, también España, pidiendo más controles en las fronteras para proteger más el sector agroalimentario dentro de esta emergencia que ha surgido con las derivadas de la guerra de Rusia en Ucrania y, sobre todo, para exigir a todo lo que llega de fuera las mismas normas de producción que se piden aquí dentro e, incluso, una revisión de los acuerdos internacionales que viene firmando la Unión Europea?.
Por lo tanto en esta nueva legislatura ¿por dónde discurrirá la política agraria y, sobre todo, cuando se empiece a negociar la nueva PAC? ¿Cuál será el peso específico que tengan estas peticiones en esa PAC que se empieza a redactar con un Parlamento Europeo donde las fuerzas de ultraderecha han crecido y seguramente harán marcaje a la Comisión Europea?
Este es el escenario en el que se van a mover nuestros agricultores, ganaderos y nuestras empresas agroalimentarias, al menos en los próximos meses o años-
«¿Por dónde discurrirá la política agraria y, sobre todo, cuando se empiece a negociar la nueva PAC?»