En la plaza pública de la capital regional se han mostrado, que no exhibido, los automóviles, que no utilitarios, de la era Barreda y la gente los ha admirado con envidia de verdad, porque la sana no existe, como si estuvieran viendo con los ojos como órbitas a los legionarios del desfile de la Pascua militar, cabra incluida y paso ligero. Dos días para que los sufridos paganinis se asombraran, se fotografiaran con ellos y supieran lo que es vivir todos los días atados al coche oficial desde que te levantas hasta que te acuestas. Siesta en el Audi incluida.
Con lo duro que tiene que ser eso, ¿eh? Que te vaya el chófer a buscar, te lleve a comer, te recoja de nuevo, te… Como que no se lo deseo a casi nadie. Hombre, a algún amigo…
En la plaza pública se han mostrado los Audis sobrantes y los que no lo son, incluidos algunos «cuatro latas», a ojos del gran público. Pero lo que se ha querido exhibir de verdad, que no mostrar, es la opulencia, lo sobrados que iban los que al final sobraron el 22 de mayo. Por el voto del ciudadano, oiga. Ver un coche por la calle con un político dentro no tiene más misterio. Todos los días y a todas horas. Pero verlos todos juntos, unidos entre sí, como gremlins que se reproducen… Ésa es otra historia.
Y con la que está cayendo.
Así, uno detrás de otro. Audi tras Audi, con algún «cuatro latas» por medio para disimular.
Hasta 68.
Que se dice pronto.
68.
Y los que, parece, no han sacado aún de los garajes.
Porque lo que se ha mostrado han sido los coches y lo que se ha exhibido es (fue) una forma de gobernar. Ahora, cuando apenas quedan unas horas para ir a votar, con Audi o con un «cuatro latas» si llega el caso, las rentas mediáticas y propagandísticas que han conseguido los autores de tal exhibición con la historia de los coches ha sido muy alta. ¡Coño, hasta la Sexta lo incluyó en sus informativos y a todas horas! ¡Pero si la mayoría de los visitantes de los Audis se conformaban con una foto delante de ellos!
Hay que ver qué mala suerte tuvieron los barredistas (no confundir con todos los socialistas) con los medios de comunicación. Perdón, de locomoción. Primero fueron los aviones de Ciudad Real y ahora son los Audis de toda la región. En avión o en coche, fueron demasiado rápido. Y se pasaron de frenada.
Éramos pocos y parieron los Audis, pensarán.
En la plaza pública se han mostrado los coches y se han exhibido los automóviles.
Por unos cuantos Audis no pasaba nada, pero es que se atragantaron de ellos. Está bien que te comas unos mejillones, pero toda la batea…
¡Qué ansia!
Salgo a la calle y parece que no veo más que Audis. Audi por aquí, Audi por allá.
Toledo se ha convertido en la capital del Audi.
No sé si ir a votar en Audi o en un «cuatro latas».
Se muestran los Audis como se cuelgan los embutidos tras la matanza. Audis, que no «cuatro latas». Jamones en vez de morcillas de bofe.
Uno ya no sabe si sacar el Audi para ir a votar. Por si te confunden.