Diego Torres por un lado y Luis Bárcenas por otro. Seguro que eran majísimos como ellos solos y que durante años mandaron más que quienes supuestamente les ordenaban a ellos. Al final han puesto a los pies de los caballos tanto a la Corona como al PP. Al país, en suma. Y lo que queda, que esto va de punto y coma al punto y aparte pero no se atisba por lado alguno el punto y final. Como la crisis, de coma en coma pero en estado catatónico, no en la coma como signo ortográfico, sino en la coma de la UVI. O Estado catatónico, con la E mayúscula, que viene a ser lo mismo.
Pero ni la Corona, por una parte; ni el PP, por otra, han puesto coto. Les ha pillado con el paso cambiado y las reacciones han sido, y son, demasiado tímidas. O, lo que es lo mismo, España está ahora mismo en manos de la Justicia, que dicen que es soberana, pero nada rápida y en muchos casos duda de sí misma. O si no, véase la nada habitual diferencia entre fiscal y juez por el caso de la infanta que ha convertido la piel de toro en un «Sálvame» de cafetería de la madrileña calle Serrano donde entre todos opinábamos y ella sola (la declaración judicial de Cristina, digo) se esfumó.
Si ya lo dijo Confucio… «Algún dinero evita preocupaciones; mucho las atrae».
De la oposición no hablamos. Dicen las encuestas que casi no existe. Y ya está.
Así está España. Les resumo de forma rápida y breve: Bárcenas, sus papeles y otros nuevos que ha visto el periodista Raúl del Pozo; los ERE andaluces con un poquito de coca; Iñaki (tendría gracia, y delito, que ahora el nuevo seleccionador de balonmano de Catar, que es español, se llevara a Urdangarín de ayudante y desapareciera en un plis plas); se nacionalizan bancos con miles de millones a costa del contribuyente; Casillas es suplente y así seguirá hasta que lo diga Mou, que para eso es el dueño blanco; y hasta Belén Esteban se va de los platós porque sí.
¡Ya ni el pueblo tiene a su princesa!
¡Joder, qué descontrol, por Dios!
Conclusión: PP y PSOE siguen cada uno a lo suyo. Que en muchas ocasiones no es lo nuestro. Sumando todos sus votos si las elecciones fueran hoy, no obtendrían ni el 50 por 100 del total. Catarsis. Lo casi nunca visto.
Mientras, los trajes internos ya se han encargado. Y el sastre tiene trabajo. En una de las partes, hace ya tiempo que a Rubalcaba le quitaron el chaqué y le han dejado medio en pelotas, aunque él parece que no quiera darse cuenta (versión actualizada de «El Rey desnudo»); en la otra, baste con citar las fotos de Feijóo con el narco para vislumbrar que la batalla interna ya está a la vista de todos.
Así las cosas, quien en otras ocasiones ha desatascado… La Corona ya no luce donde debe y parece que este cuento, de reyes y príncipes, está llegando a su fin.
Es la España de los tiempos modernos.
Y colorín, colorado…
(Continuará… Que este cuento aún no se ha acabado) Esperemos que para bien.
@CesardelRioPolo
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