César del Río
Un pacto anticrisis no es compartir el poder, ni siquiera dejárselo por un minuto al contrario (como en una selección, que todos aportan para el conjunto general) que es lo que les da por pensar a muchos aunque en el fondo lo estén deseando. Un pacto anticrisis es dejarse de vainas y buscar soluciones entre todos, que es de lo que se trata. Algo puntual, perecedero, con fecha de caducidad, extraordinario, dos mejor que uno o tres si fuera menester…
El tiempo es oro.
Por eso, desde tiempos inmemoriales, a los políticos en general se les llena la boca con la palabra consenso, que en teoría es un acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos, pero que en la práctica es otra cosa muy diferente: no me cuentes rollos que al final haré lo que yo quiera.
En esas estábamos cuando reaparece el Rey, que bastante tiene con lo que tiene como para que encima 7 de cada 10 españoles, según la última encuesta de El Mundo, le pidan que recupere su función constitucional, junte a los líderes de los dos partidos mayoritarios, o lo que quede de ellos a estas alturas de la historia vista la opinión del personal, y les haga ver que el drama que atravesamos no es baladí.
A (don) Juancar lo que es del Rey. O viceversa. Desde que se abrió la veda para criticar a la Casa Real, mejor dicho, desde que empezamos a verles como iguales, a sacarles del cuento y a no consentirles deslices se acabaron las perdices. Y a trabajar, sin dilación. Trabajo, esa palabra tan añorada en los tiempos que corren.
El tiempo es oro.
Que le podrá salir bien o mal, pero lo suyo es que el jefe del Estado también diga algo. Y actúe. En público o en privado. Como les venga mejor. Pero que disponga. Llega un momento en el que las palabras solas no valen. Caen en saco roto. Y, como cada año a estas alturas de la milonga, así desde 2008, comenzamos a oír que la recuperación económica vendrá en 2014. En 2014 que en 2015; en 2015 que en 2016… Y así hasta no sabemos cuándo.
CATALUÑA, UN 2 POR 100 DE DÉFICIT, ¿CÓMO ES ESTO, OIGA?
Hablando de iguales, si los catalanes son lo mismo que los demás, que el Gobierno comience a demostrarlo. Porque si ya en 2012 no cumplieron su objetivo de déficit del 1,5 por 100 (igual que otras comunidades) y ahora se les va a permitir que lleguen al 2 por 100 o lo sobrepasen en 2013, me suena a cachondeo.
El tiempo es oro.
Una vez más. Porque a los que tuvieron que bajar de un siete y pico hasta un 1,5 a base de brutales esfuerzos se les va a quedar, sí, sí, una vez más, la cara de tonto. O para todos o para ninguno. Y si hay que premiar, que sea a los que se han dejado miles de votos en el empeño tirando de tijera. Y no al revés, que es como parece que el ministro Montoro quiere hacer las cosas.
Digo yo que algo tendremos que decir al respecto.
Por cierto, adiós a «Chuacheneguer», como él mismo se definió en el que fue uno de sus últimos doblajes. Constantino Romero, con el que aprendí algo de cultura general con «El tiempo es oro» allá por los años catapún. De Albacete aunque catalán de adopción, seguía muy interesado por los asuntos de su tierra a través de las redes sociales. Buen viaje.
@CesardelRioPolo
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