Juan Ramón Amores
Gracias por asomarte a mi balcón, un lugar desde el que lanzar un mensaje de optimismo en estos tiempos tan complicados que nos está tocando vivir.
Desde hace 20 días son las primeras vistas que veo al despertar. Desde entonces duermo solo, no dejo que nadie se acerque a mí. Es complicado vivir en un piso de 90 metros cuadrados y no dejar que se acerquen las personas a las que tanto quiero: Mónica, Iván y Jimena. Pero en este momento no cabe otra que responsabilizarte y protegerte.
«Cada vez es más difícil no poder dar ese abrazo que necesitas»
Pasan los días y cada vez es más difícil verlos y no poder dar ese abrazo que necesitas. Soltar la rabia que llevas dentro… Quizás soltar una lágrima que permita expresar esa tristeza que durante tantos días se apodera de ti.
Estar dentro de casa mientras tomas decisiones como alcalde es más complicado de lo que parece.
Solo notas la interacción de la gente a través de la redes sociales, que en estos días alimentan más el odio que la idea de conexión para la que fueron creadas, que es para poder estar en contacto con gente que te interesa, con gente a la que quieras. Menos mal que hay cierta esperanza en muchos mensajes y movimientos solidarios, porque si no darían ganas de cerrar todo.
Nadie te avisa de que esto puede pasar, nadie te prepara. Y tomas decisiones sin saber siquiera si son las más apropiadas.
En mi caso, tengo la fortuna de contar con las nueve personas que me acompañan en esta andadura y que están dando tanto por su pueblo. Además, quiero mostrar mi agradecimiento a las siete personas que forman el Grupo Popular en el Ayuntamiento de La Roda, con el que estoy teniendo una coordinación fluida.
«Soy persona de alto riesgo, me enfrento a una dificultad más intensa»
Abro mi balcón para explicarte cómo me siento cada día, en lo bueno y en lo malo, para explicarte esa experiencia de vida que hace que me enfrente a esta dificultad de una manera más intensa que el resto, puesto que soy persona de alto riesgo.
Mi enfermedad, con unos músculos respiratorios más débiles, me convierten en un blanco muy fácil para este maldito virus. Pero cada día intentaré subir un mensaje de esperanza, aunque también te advierto que puedes leer algún día un mensaje que signifique que yo también necesito ayuda.
Tantos días en casa hacen que hoy vea el momento de comenzar haciendo eso que tantas veces me habéis dicho que consigo: intentar ayudar y aportar un granito de arena en la esperanza de todos y todas los que estáis encerrados en casa.
Si te animas, aquí me tienes.
La Roda. 27 de marzo de 2020.