En 30 años, las parejas de águila imperial ibérica se han reproducido en Castilla-La Mancha gracias al estatus de protección que tiene la especie. En 1992, había solo 30 parejas en la región, una cifra que se ha multiplicado hasta alcanzar las 400 parejas en este 2023, la mitad de los animales en el mundo historia.
Durante las próximas semanas, el Gobierno regional tiene previsto publicar el nuevo Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica, que buscará adaptarse a la «nueva y positiva situación en la que se encuentra la conservación de esta especie en peligro de extinción en nuestra región», como ha asegurado la directora general de Medio Natural y Biodiversidad, Susana Jara, que ha participado en una suelta de dos ejemplares de la especie en Oropesa (Toledo).
Estas dos águilas que se han liberado fueron encontradas en una balsa de agua y tratadas en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas de Sevilleja de la Jara (Toledo), donde se han recuperado. Este centro es el más antiguo de España -como ha puesto de relevancia la directoria general de la Junta – y el año pasado atendió a cerca de 1.600 animales con diferentes dolencias «logrando recuperar a cerca del 50%».
Inversión de 12 millones para evitar las electrocuciones de aves
Uno de los problemas que sufren las aves son las heridas que sufren a causa del choque con el tendido eléctrico. Ante esta situación, Susana Jara ha explicado que la Junta ha movilizado ayudas desde 2019 por importe de unos 12 millones de euros para «llevar a cabo actuaciones de corrección en los tendidos eléctricos» para prevenir los daños en los animales. De hecho, las electrocuciones son la principal causa de muerte no natural de esta especie.
El nuevo Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica se marca el objetivo de eliminar el apelativo de «especie en extinción» de esta especie, cuya relevancia en el ecosistema castellanomanchego es más que reseñable.