Las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado hoy, con el voto a favor del PP y el rechazo socialista, el presupuesto de la Junta para 2013, las segundas cuentas elaboradas por el Gobierno presidido por María Dolores de Cospedal y también las segundas que ven la luz en este año 2012.
Tras más de nueve horas de debate, los 46 diputados regionales presentes en la Cámara han votado el presupuesto para el año próximo, que asciende a 7.440,6 millones de euros, un 10,2 por ciento menos que este ejercicio, y que incluye un techo de gasto de 5.249 millones.
El consejero de Hacienda, Arturo Romaní, ha defendido en su intervención en el Pleno que las cuentas aprobadas hoy suponen «el mejor de los presupuestos posibles», que también son una parte más de los cimientos que está sentando el Gobierno regional para propiciar el crecimiento económico y la creación de empleo en la región.
El consejero ha afirmado que estos presupuestos son «reales y rigurosos» y suponen la manera más eficiente de devolver la confianza en la economía de Castilla-La Mancha.
Romaní ha enumerado las tres finalidades de los presupuestos que son, ha dicho, la apuesta por garantizar los servicios sociales básicos de calidad, la gestión eficiente y responsable para dedicar más recursos en los sectores estratégicos y la aplicación de estímulos a la economía.
«Recuperar la confianza es básico para la recuperación de la economía de Castilla-La Mancha y estamos sentando las bases para la creación de empleo y el crecimiento económico porque vamos a superar la crisis y vamos a salir adelante», ha asegurado.
Del mismo modo, ha subrayado que los presupuestos del próximo año son «incontestablemente» sociales, pues el 85 por ciento del techo de gasto está destinado a sanidad, educación y asuntos sociales.
Sin embargo, el PSOE, a través de diecisiete diputados, ha desgranado los argumentos por los que consideran que los presupuestos de la comunidad para 2013 sólo traerán «más paro, más recesión y más recortes».
Los socialistas -que han tenido ya en su bancada al portavoz del grupo, José Luis Martínez Guijarro, que se ha recuperado del infarto que sufrió hace un mes y medio- han defendido las 133 enmiendas que han llegado vivas a este debate y que se han dividido en diecisiete bloques.
Sanidad, educación, empleo, asuntos sociales, fomento, turismo, promoción económica, deportes, cultura o agricultura han sido algunos de los temas en los que PP y PSOE han dejado claras sus diferencias en cuanto a materia presupuestaria.
Entre otros asuntos, el grupo parlamentario socialista ha criticado que los presupuestos regionales no incluyan «ni una sola política de estímulo económico» y ha denunciado que las cuentas generales se basan en unas previsiones «desfasadas», ya que los ingresos han caído en los últimos tres meses.
También han criticado los recortes en todos los ámbitos, entre ellos, en materia educativa, con reducciones de personal en más de 8.000 docentes desde 2011 o con la convocatoria de sólo 203 plazas de profesores en Infantil y Primaria.
En sanidad, han apoyado que se mantengan los complementos salariales para los profesionales sanitarios, pero han rechazado que se detraiga la mitad de los 57 millones que suman estos complementos del capítulo personal.
Por su parte, el PP, a través de los doce diputados que han tomado la palabra, han apoyado el presupuesto y han defendido que «el secreto está en gestionar los recursos de forma eficaz».
Para rechazar todas las enmiendas socialistas, los parlamentarios del PP las han de tachado de «demagógicas» y les han afeado que «tengan la desfachatez» de seguir proponiendo las mismas medidas que para el presupuesto de este año.
«El dinero no se pinta, eso se creen ustedes, que el dinero nace de debajo de las piedras», ha espetado a los socialistas el diputado del PP José Manuel Tortosa.
La polémica ha llegado al final al debate de los presupuestos cuando el diputado socialista Modesto Belinchón, durante su intervención, ha dicho a la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, que «ni quiere ni le gusta estar» en Castilla-La Mancha.
Para contestar al diputado socialista, Cospedal ha tomado la palabra por alusiones para asegurar que está «muy contenta» de presidir la comunidad autónoma y lanzar un mensaje claro al PSOE: «Yo no me voy a ir de Castilla-La Mancha».
Esto ha motivado la reacción de los diputados socialistas, que han protestado por el hecho de que la presidenta autonómica haya tomado la palabra, lo que provocado que el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, haya llamado al orden en dos ocasiones al vicepresidente segundo de la Cámara, Jesús Fernández Vaquero, y al propio Modesto Belinchón.