Vacaciones cortas y destinos cercanos, por si hay que darse la vuelta. Los principales dirigentes políticos de Castilla-La Mancha no van a quedarse sin descanso estival, pero muchos de ellos aún no saben ni cuándo ni cuánto van a poder escaparse.
La Agencia EFE ha consultado a los más relevantes cargos del Gobierno regional, del Parlamento autonómico y a los principales alcaldes de la comunidad y ha obtenido, por una vez, respuestas similares con independencia del color político: se avecinan unas vacaciones exprés, cerca de casa y con el móvil encendido.
Ninguno necesitará pasaporte y la mayor parte de ellos se irá al pueblo o a playas conocidas, a casa de la familia, a intentar despejar la mente tras un año postelectoral muy duro y ante la perspectiva de que el próximo curso no va a ser más sencillo.
Y todo ello teniendo en cuenta de que el día 2 de agosto hay pleno en las Cortes regionales y el 16 ya hay Consejo de Gobierno y pleno en el Ayuntamiento de Toledo, con lo que las fechas para posibles escapadas están muy acotadas.
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, no sabe todavía dónde pasará esos días de asueto, que en los últimos años ha disfrutado con su familia en la costa malagueña.
El líder de la oposición y alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, no tiene claro que se vaya a ir, pero si lo hace estará fuera como mucho diez días de agosto. Se iría con su mujer y sus dos hijos a una playa que aún no ha decidido.
El presidente de las Cortes, Vicente Tirado, tiene previsto repartir su tiempo entre su pueblo (Miguel Esteban), el de su mujer (Villafranca de los Caballeros) y un fin de semana en Campello (Alicante).
A Tirado se le ilumina la cara cuando habla de su pueblo, de las partidas de mus, de los espectáculos de la plaza del pueblo, de pasar el rato con la familia y los amigos y del vino de La Mancha y los ‘gabrielitos’, que él mismo define como granizado de café, acompañado de leche o Baileys.
Su compañero en la Mesa de las Cortes, el vicepresidente del Parlamento y secretario de Organización del PSOE, Jesús Fernández Vaquero, quiere irse unos días -«un fin de semana largo»- a su apartamento en La Manga, en Murcia, con su familia. Tiene claro que la gente no está para pensar en vacaciones y que «quiere que los políticos demos la cara».
Tampoco tiene previsto irse más que un fin de semana largo el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, Leandro Esteban, quien, no obstante, asegura que quiere escapar sin los niños, sólo con su mujer, Valle. Si le dejan elegir será al Cabo de Gata, pero lo más probable es que sea al norte.
Varios miembros de su Gobierno se decantan por el sur. Allí irá Arturo Romaní, otro de los que viven con el teléfono encendido, que se escapará para visitar a su mujer y a sus hijos, que pasan las vacaciones en una playa andaluza que no quiere concretar.
Sí lo hacen la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, que viajará una semana -«que lo necesito»- con su hermana a Zahara de los Atunes, en Cádiz.
Ayamonte, en la costa onubense, en la frontera con Portugal, es el destino del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, quien aprovechará un apartamento de su familia para intentar desconectar.
Eso si no le pasa lo mismo que el verano pasado, cuando nada más llegar saltó la crisis de las farmacias y sus vacaciones no duraron 48 horas.
Con Vaquero puede encontrarse en La Manga la consejera de Economía y Empleo, Carmen Casero, quien tiene un apartamento allí, aunque no sabe si irá o preferirá una escapada a Ruidera.
Marta García de la Calzada, consejera de Fomento, sólo se escapará unos días a una playa alicantina y el responsable de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, aprovechará para descansar en su pueblo, Fuente Álamo, con su mujer, sus hijas y el resto de la familia, y también para practicar ‘footing’ y leerse una antología de cuentos de William Goyen.
A Valencia viajará algunos días el portavoz del PP en las Cortes, Francisco Cañizares, para desconectar en compañía de su mujer y su hija, aunque este año no va a tener vacaciones como tal.
No saldrá de la región el portavoz socialista, José Luis Martínez Guijarro, que repartirá los días de descanso -que se resumirán en los fines de semana y poco más- entre su pueblo (San Lorenzo de la Parrilla) y el de su mujer (Olivares del Júcar), ambos en la provincia de Cuenca.
Eso sí, no descarta ir algún día a la playa con sus hijos, «pero ir y volver en el día», matiza.
Ese plan de viaje de ida y vuelta a la playa en el día también lo tiene la vicepresidenta primera de las Cortes, Cesárea Arnedo, que pasará los pocos días de descanso que tenga en su pueblo, Alpera (Albacete), de donde es alcaldesa.
La secretaria primera de la Mesa de las Cortes, Inmaculada López, también es de Albacete y allí se irá a descansar. Su plan incluye una casa rural en Riópar, con su madre y sus hermanos, para disfrutar del certamen literario que se celebra en la segunda quincena de agosto.
También vuelve a su pueblo, Porzuna, la secretaria segunda de la Mesa, Blanca Fernández, para disfrutar con su marido y sus dos hijos pequeños y dedicarle tiempo a su familia, porque a diario tiene muy poco.
Los alcaldes de las capitales de provincia castellanomanchegas tienen planes parecidos a los de los políticos autonómicos para las vacaciones.
Mientras que la regidora de Albacete, Carmen Bayod, se irá unos días en agosto a la Sierra a disfrutar de la montaña; la de Ciudad Real, Rosa Romero, escapará a Alicante la semana anterior a la feria de su ciudad para disfrutar de sus hijos, de la playa, descansar y hacer «un poquito de deporte».
Sin vacaciones tiene previsto quedarse el alcalde de Cuenca, Juan Ávila, y no porque no las necesite, sino porque no lo ve oportuno «tal y como está las cosas» este año.
En todo caso y si es posible, se tomará un «par de días» para estar con su familia y, a lo mejor, descansar en octubre.
El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, también ha sido preguntado por EFE su destino vacacional, pero ha preferido no facilitar esa información.