domingo, 24 de noviembre de 2024
Anuario de encastillalamancha.es 02/01/2017junio 6th, 2017

En minoría, con un escenario político plagado de sobresaltos y marcado por las difíciles relaciones con Podemos, con la marca PSOE en los niveles de popularidad y voto más bajos conocidos, el partido hecho jirones en España y al frente de una comunidad conservadora, Emiliano García-Page tiene claro que necesita una marca propia para sobrevivir.

Su carácter y trayectoria personal avalan ese proceder, con el que consiguió ser uno de los cuatro alcaldes de capital que le quedaron al PSOE en 2011 y el único socialista que ganó al PP en votos y concejales en Toledo.


Así pues, Page recorre los más de 80.000 kilómetros cuadrados de CLM cultivando el «made in Page», que implica un trato cercano con la gente, romper las barreras ideológicas en la interlocución con el Gobierno y el presidente, y lo que él llama «toreo con las dos manos» o cuidar por igual los gestos y las acciones hacia la izquierda y la derecha.

En año y medio Page ha ganado seguridad en su proyecto y ha multiplicado el índice de conocimiento de su figura, en parte a su pesar, por la «popularidad» ganada en las televisiones en los conflictos del PSOE. Restablecer las coordenadas de la política del PSOE en CLM, agenda de temas autonómicos (fin del trasvase o paralización del ATC) y una política económica pactada con patronal y sindicatos.

«PARA QUE EL PSOE NO SE FUERA POR EL DESAGÜE»

Hay coincidencia general preguntes a quien preguntes en que lo peor de 2016 para Page fueron los acontecimientos del partido. Tomó decisiones de máximo riesgo, convencido de que «era lo que tocaba hacer para que el PSOE no se fuera por el desagüe».

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