El Día de Castilla-La Mancha, el último de la legislatura, ha dejado la primera imagen del encuentro entre María Dolores de Cospedal y Emiliano García-Page tras las elecciones del 24 de mayo, un acto que ha tenido como telón de fondo el previsible pacto entre PSOE y Podemos.
Momento del saludo entre Cospedal y Page.
El Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia regional, ha sido el escenario elegido para celebrar el acto institucional del Día de la Región.
Un lugar situado a apenas 550 metros de la plaza de Zocodover, donde el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el candidato de este partido a la Junta, José García Molina, que ha denegado la invitación institucional, han celebrado el día «con la gente».
El previsible pacto entre PSOE y Podemos ha convertido el evento en un acto de despedida para los «populares» y de alegría contenida para los socialistas, si bien ni García-Page ni Cospedal han hecho alusión en sus discursos a los resultados electorales.
El primero en llegar al Palacio de Fuensalida ha sido Emiliano García-Page, que también acudía invitado en su calidad de alcalde de Toledo en funciones, y lo ha hecho 20 minutos antes del mediodía, la hora del comienzo del acto.
El candidato socialista ha llegado acompañado del secretario de Organización del PSOE regional, Jesús Fernández Vaquero, y ha entrado en el edificio junto otros dirigentes socialistas, que le esperaban en la puerta desde minutos antes.
Allí también le esperaban los periodistas, con los que se ha parado para subrayar, frente a los que le acusan de falta de humildad, que no se sentirá presidente regional hasta que no asuma el cargo, si bien ha dejado claro que el PSOE «es el único que puede garantizar la estabilidad».
García-Page ha subido las escaleras del Palacio de Fuensalida hasta llegar al patio y, una vez allí, ha repartido saludos a los invitados.
A los primeros que ha saludo han sido al secretario general de CCOO de Castilla-La Mancha, José Luis Gil, y al presidente de la Confederación regional de Empresarios (Cecam), Ángel Nicolás, precisamente representantes de dos de los colectivos con los que ha dicho que quiere contar para llegar a acuerdos.
Cuando las agujas del reloj marcaban el mediodía, los asistentes, unos 400 invitados, han comenzado a aplaudir para recibir a los consejeros del Gobierno autonómico en funciones y al presidente de las Cortes regionales, Vicente Tirado.
El aplauso se ha reanudado segundos después cuando ha llegado la presidenta regional, María Dolores de Cospedal.
Cospedal ha sido recibida con muchas muestras de cariño por el público y, antes de tomar asiento, se ha acercado a García-Page para darle dos besos, en lo que ha sido una muestra de la distancia que existe entre ellos, pues no ha habido nada más que un breve intercambio de palabras.
La distancia entre ambos la ha facilitado después el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, que le ha tocado sentarse en medio de los dos candidatos.
El primero en tomar la palabra ha sido García-Page, en una intervención de cinco minutos en la que ha apelado al consenso y ha confiado en que los próximos años «tendrán que ser de recuperación de la autoestima».
Músicos del Conservatorio Superior de Música de Castilla-La Mancha han amenizado la entrega de premios y el acto ha finalizado con la intervención de la presidenta regional en funciones.
Un discurso muy extenso que María Dolores de Cospedal ha aprovechado para agradecer el «esfuerzo» que han realizado todos los ciudadanos de la región en los últimos años, que ha permitido que la comunidad autónoma sea hoy «una tierra con porvenir y con gran futuro».