El secretario general del PSOE de Guadalajara y alcalde de Azuqueca de Henares, Pablo Bellido, afirmó en declaraciones a la cadena SER de Guadalajara que le pareció «comprensible» el discurso de Beatriz Talegón durante la cumbre de la Internacional Socialista en Cascais (Portugal), donde echó en cara a los líderes mundiales su desafección con los jóvenes y que se reunieran en hoteles de cinco estrellas y llegaran en coches de lujo.
Bellido entiende que Talegón «pertecene a una organización internacional de las Juventudes Socialistas, que deben estar para esto, para criticar y mejorar la organización, una crítica que no pretendía ofender».
Aclaró, no obstante, que la joven guadalajareña «se refería a la Internacional Socialista (IS), no al PSOE. Lo que dijo Beatriz encaja mucho mejor en algunos perfiles de la IS que del PSOE. Porque el PSOE no es toda la IS, la IS es mucho más plural, tiene organizaciones más conservadoras que el PSOE».
Para explicar aún más la postura de Talegón, Bellido citó durante su conversación con la cadena SER a Churchill, «quien dijo que las críticas no son agradable, pero son necesarias. Y las Juventudes deben ser proactivas en sus aportaciones y también en sus críticas. Y es de agradecer que una vecina de la provincia de Guadalajara y buena amiga sea portadora de este discurso de toda su organización juvenil».
El líder de los socialistas de Guadalajara afirmaba entender el fondo del discurso, «yo he sido cantera de Juventudes Socialistas y viví una sensación parecida, era difícil que los jóvenes, como organización, fuéramos escuchados en el PSOE. Por fortuna, esto ha cambiado, hace muchos años Juventudes cuenta y mucho en el PSOE; y yo personalmente trabajo para que siempre que hable un joven, especialmente en nombre de las Juventudes, estar muy atento porque los considero especialmente conectados con la realidad de la juventud española».
Porque, entiende, «no me apetece que los jóvenes estén adocenados, no me apetece que estén para aplaudir y ser serviles de los mayores, tienen que ser claros y directos, y esa franqueza hay que agradecerla».